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mayo 30, 2016 | 124 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 29 (Agencias)

Con cinco galardones bajo el brazo, incluido el de Mejor Película, “Las elegidas” se convirtió en la mejor producción del 2015 bajo el criterio de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Ammac). Guión Original, Dirección, Fotografía y Revelación Femenina complementaron su éxito.

“Agradezco a Jorge Volpi, de quien surgió la idea original de la película”, dijo David Pablos, director de la cinta, para proseguir con una lista de menciones a la gente involucrada.

“Gloria” le pisó los talones a la película de David Pablos al conseguir el mismo número de estatuillas, pero en las categorías de Mejor Sonido, Maquillaje, Edición, Mejor Actor y Mejor Actriz.

“Mexican Gangster, la leyenda del charro misterioso”, obtuvo cuatro premios Ariel: Vestuario, Diseño de Arte, Efectos Especiales y Efectos Visuales. Le siguieron “600 millas y “El hombre que vio demasiado” con dos galardones cada una.

En la máxima premiación del cine mexicano el clima estuvo a favor de la celebración y el Auditorio Nacional recibió a vestidos largos y trajes elegantes desfilando por la alfombra roja a complacencia de las cámaras.

Ya dentro del foro, Rafael Tovar y de Teresa ofreció un emotivo discurso que enalteció al cine mexicano; después, las pantallas proyectaron un fugaz recorrido por 70 años de la Academia y las 58 entregas del Ariel.

La premiación de anoche fue la primera comandada por Dolores Heredia, nueva presidenta de la Amacc, quien aprovechó su espacio ante el micrófono para convocar al gremio a moverse, contar, reír, caminar juntos y buscar respuestas a las dificultades en el camino; finalizó su discurso pidiendo “una justa exhibición de nuestras películas”.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del Ariel de Oro a Rosita Quintana de manos de Héctor Bonilla.

Quedaron atrás sus años mozos cuando con poca ropa acaparaba las miradas en el teatro de revista, eran los mismos ojos y la misma esencia, solo que ahora contenida en un cuerpo frágil sostenido por una silla de ruedas y unas manos temblorosas que tomaron el premio con ayuda de Bonilla.

“Rosita les agradece a todos ustedes y repite “A México le debo lo que soy”, explicó Bonilla.

El segundo homenajeado con el Ariel de Oro fue Paul Leduc, quien marcó su camino en el cine independiente en la década de los 70 y mostró que su espíritu de réplica sigue activo al ocupar su mención para hablar de la condición del cine mexicano actual.

“El cine en México sigue siendo negocio, pero no para los mexicanos”, dijo el cineasta enfilándose a una lista de cifras que coloca a productoras mexicanas como Canana y Mantarraya con ganancias muy por debajo de extranjeras.

“En este tiempo en que se premia lo invisible, la Academia no participa en eso, no es su culpa, por eso agradezco con gusto y cierto optimismo el recibimiento de este Ariel”.

Fueron más de mil personas las que estuvieron detrás de la premiación en el Auditorio Nacional que dio cabida a una audiencia mayor.

RELLENAN EL ARIEL

Entre los invitados a la entrega del Ariel se encontraron estudiantes, a quienes les prometieron puntos extras por su presencia, y también miembros de la agencia Amaya Coordinación de Audiencia.

Decenas de personas que vinieron contratadas por la agencia Amaya Coordinación de Audiencia fueron parte de los invitados, que estuvieron en la 58 edición del Ariel, que premia a lo mejor del cine mexicano y que ayer se llevó a cabo en el Auditorio Nacional.

Esta empresa se encarga de llevar público a eventos para llenar butacas y en su página de Facebook anunció días antes que estaría en la gala mexicana cinematográfica, que se celebra cada año.

También, con la garantía de sumar puntos extras, se invitó a estudiantes de escuelas como el Centro Hidalguense de Estudios Superiores, la UVM con sede en Texcoco y la Universidad UNID, ubicada en Toluca. Llegaron en camiones hasta el recinto y la mayoría son estudiantes de la carrera de Comunicación.

Antes la ceremonia se hacía en el Palacio de Bellas Artes; sin embargo, los organizadores decidieron que era mejor el Auditorio para convocar a un mayor público. Se esperaban al menos tres mil personas adentro de la premiación.

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