diciembre 11, 2024
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mayo 30, 2016 | 133 vistas

Rubén Jasso

Sentado en la banca luego del esfuerzo desplegado en la cancha para reponer energías pero contento por recordar una época gloriosa, Javier “Kid” Herrera expresó su alegría por ser partícipe en el juego donde ex jugadores de Correcaminos de la década de los 80’s se volvieron a reencontrar el sábado para convivir y celebrar 29 años del ascenso al máximo circuito.

“Es una alegría enorme, primero de entrar al vestidor de Correcaminos, ponernos otra vez el uniforme de Correcaminos, una emoción muy grande volver a pisar la cancha del estadio Marte R. Gómez, recordar el ascenso a la Primera División… muy contento por la idea de Santiago Sansininea de volver a reunirnos el equipo que logró el ascenso a Primera División”, dijo con la amabilidad que lo distingue.

Con el uniforme empapado en sudor por el intenso calor que se sentía, el “Kid” recordó que precisamente ese factor jugaba a favor de Correcaminos, “Nosotros le sacábamos provecho al calor, aquí nos duraban medio tiempo todos los equipos y caían, aquí todos los equipos grandes caían y con los equipos supuestamente de media tabla para abajo batallábamos”, dijo dibujando una sonrisa en su rostro.

Javier Herrera fue preciso al señalar la fortaleza para lograr aquel ascenso en 1987, “La unión de grupo, las ganas de querer estar en Primera División ya teníamos tiempo jugando en Segunda pero queríamos llegar a Primera División y se juntó un grupo de jugadores de varios equipos, yo llegué en el 85, varios llegaron en el 85 y en dos años logramos el ascenso a la Primera División”, recordó, dando el respectivo crédito también a Francisco Cervantes por anotar el penal decisivo y a Santiago Sansininea por atajar dos oportunidades de los Gallos Blancos.

De regreso a la actualidad, el “Kid” deseó la mejor de las suertes al conjunto naranja, “Ahora con la dirección de Pepe Treviño esperemos que lleguen buenos refuerzos y que ahora sí se logre el ascenso ya que aquí la afición quiere juegos de Primera División y esperemos que lo logren”, afirmó.

Por su parte, José Treviño, portando el número ocho en la casaca, mismo que usaba en su etapa como jugador de Correcaminos, señaló que el reencuentro fue algo muy grato, “La verdad… primero encontrarme con muchos amigos, algunos no los veía desde hace muchos años y ver que están bien, que seguimos disfrutando la pasión del futbol y la verdad muy grato, felicito a Juan Santiago por esta iniciativa y ojalá que sea la primera de muchas, mientras tengamos fuerzas y mientras tengamos el ánimo ojalá y podamos seguirnos juntando”.

Acerca del gol que anotó, el segundo en la cuenta de Correcaminos frente a Celaya IMSS, el técnico naranja dijo en tono de broma que minutos antes lo había “regañado” el entrenador, en alusión a su auxiliar técnico Gastón Obledo, quien estaba en la banca junto con Humberto Martínez, también integrante del cuerpo técnico de Treviño.

“Me dan una jugada por el centro, yo amago a la banda pero recorto hacia adentro y busco un poste, parecía muy simple pero salió bien, ya me había regañado el entrenador porque no tiraba a gol, entonces le dije que a la siguiente iba a tirar a gol y salió afortunadamente”, dijo entre risas.

Ya en tono serio, el estratega de Correcaminos dijo que en 1987 el grupo se estableció una meta muy clara, algo que fuera histórico para esta Ciudad como finalmente sucedió, “Siempre decíamos que ten que﷽﷽﷽﷽﷽﷽endo teníamos la oportunidad de reunirnos antes de los partidos importantes deca tirar a gol y saliíamos que hacer algo que trascendiera… que quedara para la historia y hoy nos damos cuenta que así fue, que seguimos estando vigentes ante la gente… el que hayan venido muchos amigos también a vernos es muy grato, se reviven muchas cosas y la verdad se me pone la carne de gallina por vivir todo esto”, señaló.

Uno de los ex jugadores más asediados para las fotografías del recuerdo el sábado fue Francisco Cervantes, anotador del último penal en aquella serie que terminó favoreciendo a Correcaminos, y con la misma humildad de ese entonces expresó para este medio cual fue la clave para lograr ese ascenso.

“El convencimiento que teníamos de lo que queríamos… la verdad esa fue la clave, el buen trabajo que hace Héctor Eugui, se va Héctor Eugui y llega Diego Malta pero perduran esas bases y jugábamos a ojos cerrados, hoy (sábado) lo viste y seguimos en esos movimientos de hablarnos, de coberturas, de ir al frente, la verdad fue un gran trabajo que se hizo”, destacó.

Al igual que Javier Herrera y José Treviño, Francisco Cervantes se mostró emocionado por ver de nuevo a sus compañeros, deseando una siguiente convivencia como la que se dio el sábado.

Sobre el quinto penal cobrado y anotado por él aquel 23 de junio de 1987 ante José de Jesús Torruco, el portero de los Gallos Blancos y que a la postre significó el ascenso gracias también a los dos que atajó Santiago Sansininea, Francisco Cervantes dijo que es un recuerdo imborrable, “Es algo muy bonito hasta el día de hoy y que te recuerden por eso, pues estoy muy contento, muy agradecido con Dios, agradecido con la gente, con mis padres, mis hermanos, mis hijos, mi esposa, Victoria me ha dado todo lo que soñé”, reconoció con toda humildad.

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