noviembre 24, 2024
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Vive emotiva celebración

mayo 31, 2016 | 200 vistas

Samantha Rocha

La mayor satisfacción que puede experimentar un padre es tener la dicha de ver a su familia unida, en armonía y volviéndose más grande con el paso del tiempo, pues es entonces cuando toda esa vida de entrega hacia sus hijos se ve recompensada, pues como sabiamente alguien pronunció alguna vez: “Un hombre es realmente rico cuando sus hijos corren a sus brazos aunque sus manos estén vacías”.

Por tal motivo, el señor Juan N. Guerra pasó una tarde inolvidable en compañía de sus seres queridos, celebrando un año más de vida lleno de dicha, tranquilidad y disfrutando el amor de los suyos, el cual se ha ganado a pulso durante los años de su existencia, reflejo de su noble corazón y alegría incomparable.

El evento se llevó a cabo el pasado sábado 28 de mayo en el Casino Victorense, durante el cual lo acompañaron su amorosa esposa Amelia Pérez de Guerra, hijos, nietos y todas aquellas personas en las que de alguna forma u otra el señor Juan N. Guerra ha dejado una huella imborrable.

Durante la reunión se pudo sentir en el ambiente los fuertes lazos de amistad y fraternidad que envuelven a toda una familia, pues las risas envolvían el lugar, mientras los presentes recordaban divertidas anécdotas en las que ha estado presente el festejado; además, no perdieron oportunidad de felicitarlo y brindarle los mejores deseos para que este aniversario esté lleno de bendiciones y prosperidad.

Los invitados disfrutaron exquisitos platillos mientras se deleitaban con el sutil sonido del violín y la guitarra, el cual acompañó las hermosas melodías que amenizaron el evento, especialmente las tradicionales Mañanitas, dedicadas a un hombre ejemplar que se ha dedicado a sembrar en su familia una semilla de amor, respeto al prójimo y valores firmes.

Por ello, sus allegados le desean muchos años más de vida para seguir compartiendo momentos de felicidad como el que se vivió durante esta inolvidable velada, la cual quedará grabada no sólo en fotografías, sino en los corazones de todos los presentes, quienes han sido testigos del legado de amor que Juan N. Guerra ha compartido siempre.

 

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