noviembre 24, 2024
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Festejan bello enlace matrimonial

junio 1, 2016 | 202 vistas

Samantha Rocha

 

Cuando dos personas están destinadas a estar juntas, no existe fuerza capaz de separar sus caminos, ni el paso de los años, mucho menos la distancia, porque así se encuentren a miles de kilómetros, sus pensamientos y su corazón permanecen unidos.

Un claro ejemplo de ello es la joven pareja formada por José Carlos Morris Almaráz y María Fernanda López Arzamendi, quienes después de vivir una hermosa historia de amor durante su noviazgo, en recientes fechas decidieron dar el siguiente paso, uniendo sus vidas en matrimonio.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús de esta Ciudad, donde el sacerdote dirigió unas bellas palabras para los jóvenes, exhortándolos a continuar fortaleciendo día con día el gran amor que comparten y permanecer unidos frente a las adversidades, de esta forma recibieron la bendición de Dios para la nueva familia que están por formar y pronunciaron sus votos teniendo como testigos a sus seres queridos.

Posteriormente se realizó una emotiva ceremonia civil en el Casino Victorense, con lo cual se dio por formalizado el enlace, para dar paso a la recepción que se desarrolló en el salón “Fundadores” del mencionado recinto.

Durante esta celebración José Carlos y María Fernanda lucieron radiantes, con un brillo especial en sus miradas, el cual dejaba ver la inmensa felicidad que los embargaba al poder emprender una nueva aventura con su alma gemela y compartir el resto de sus días juntos.

La velada se desarrolló entre risas y alegría, pues los invitados no perdieron oportunidad para colmar de cariño a los recién casados, deseándoles prosperidad y dicha en su nuevo hogar, además como en toda celebración, estuvo presente la buena música, que fue el toque perfecto para una noche mágica.

Seguramente a ambos les espera un largo camino de felicidad, compartiendo momentos inolvidables que se irán sumando a su bonita historia, la cual es un ejemplo de que el amor no es cuestión de edad o madurez, sino de encontrar a esa persona que te complemente y te haga ser mejor ser humano cada día.

 

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