ROMA, Italia, mayo 31 (Notimex)
La Corte de Apelaciones de Florencia confirmó la sentencia de 16 años y un mes de cárcel contra el ex capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, acusado del naufragio del 13 de enero de 2012, que causó 32 muertos.
Luego de ocho horas de reunión en Cámara de Consejo, los jueces de ese tribunal emitieron el veredicto, que resultó ser una copia del establecido en el juicio de primera instancia concluido el once de febrero de 2015.
Ese proceso confirmó las acusaciones de homicidio culposo, lesiones culposas, abandono de la nave y naufragio contra Schettino, que impugnó la sentencia ante la Corte de Apelaciones florentina, que este martes dio su fallo.
Poco después de las 20:30 horas locales (18:30 GMT) los jueces leyeron el veredicto. Schettino no estuvo presente en el aula y permaneció todo el día en su casa en la sureña localidad marítima de Meta di Sorrento.
Los jueces también dispusieron la interdicción por cinco años a Schettino en el uso de sus títulos navales y lo condenaron al pago de los gastos procesales.
Durante el juicio sus abogados reiteraron el pedido de absolución o la reapertura del debate.
Por su parte, la fiscalía pidió que el ex capitán fuera condenado a 27 años de cárcel y subrayó el “deshonor” causado a la Marina italiana por Schettino, que abandonó la nave cuando aún había a bordo cientos de personas.
Encarcelado poco después del naufragio del Costa Concordia, ocurrido frente a la isla italiana del Giglio, el capitán fue puesto bajo arresto domiciliario, que le fue levantado el cinco de julio de 2012 con la obligación de permanecer en Meta di Sorrento.
Tras el veredicto de esta tarde, Schettino podrá recurrir a la Corte Suprema, que en caso de confirmar la sentencia lo obligaría a ir a prisión.
El Costa Concordia, con más de cuatro mil personas a bordo, naufragó la noche del 13 de enero de 2012 tras chocar un escollo, debido a que se acercó demasiado a la isla del Giglio.
El desastre causó 32 muertos y más de cien heridos de diversas nacionalidades.
