diciembre 12, 2024
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junio 8, 2016 | 113 vistas

NACIONES UNIDAS, junio 7 (Notimex)

Soldados de la República Democrática del Congo asesinaron al menos a 18 personas, mientras se desempeñaban como cascos azules de la Unión Africana y de la ONU en la República Centroafricana, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).

El organismo de defensa de los derechos humanos informó que un grupo civil encontró una fosa común con restos de 12 personas que fueron desaparecidas hace dos años por los cascos azules de la República Democrática del Congo (RDC).

Explicó que la exhumación de los cuerpos refuta las declaraciones de los cascos azules de que las víctimas habían logrado escapar luego de haber sido detenidas en marzo de 2014.

Además de los restos encontrados en la fosa común cerca del campamento de los cascos azules en la comunidad de Boali, HRW documentó la muerte por tortura de dos líderes del grupo rebelde anti-balaka y la ejecución pública de otros dos combatientes de este grupo en incidentes de 2013 y 2014.

Asimismo, el organismo civil destacó que los cascos azules mataron a golpes a dos civiles en la comunidad de Mambere en junio de 2015.

Las muertes, de acuerdo con la investigación del HRW, ocurrieron entre diciembre de 2013 y junio de 2015. Asimismo, el Gobierno de la RDC no ha iniciado hasta el momento “investigaciones creíbles” para hacer justicia a las víctimas de lo que considera fueron ejecuciones sumarias.

“El descubrimiento de los 12 cuerpos es una evidencia incriminatoria de un crimen espantoso de los cascos azules congoleños, que fueron enviados para proteger a la gente, y no para hacerlas sus víctimas”, apuntó Lewis Mudge, investigador para África de HRW.

Mudge añadió que las autoridades de la RDC no deben ignorar la creciente evidencia de que los soldados cometieron asesinatos en Boali y en otros lugares.

Los crímenes ocurrieron mientras los cascos azules servían en la Misión de la Unión Africana en ese país así como, más tarde, en la Misión de la ONU conocida como Minusca, por su acrónimo en francés.

De acuerdo con HRW, las víctimas halladas en la fosa común fueron arrestadas en marzo de 2014 luego de un enfrentamiento entre cascos azules y un líder rebelde anti-balaka de la RCA, en el que uno de los soldados congoleños perdió la vida.

Enojados por la muerte de su colega, los cascos azules arrestaron al menos a 12 personas, incluidas cinco mujeres, una de las cuales tenía un embarazo de seis meses, así como dos niños, uno de diez años y otro de siete meses. Los restos en la fosa común corresponden a los de las personas desparecidas.

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