octubre 24, 2024
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junio 12, 2016 | 87 vistas

DHAKA, Bangladesh, junio 11 (AP)

Las autoridades de Bangladesh detuvieron a unos mil 600 presuntos delincuentes, entre los que se creía que había radicales islamistas, en una operación en todo el país que pretendía acabar con los brutales ataques contra activistas y minorías, informó el sábado la policía.

Los ataques -incluidos los asesinatos de dos hindúes en la última semana- han alarmado a la comunidad internacional y planteado dudas sobre si el gobierno secular del primer ministro, Sheikh Hasina, puede mantener la seguridad para las minorías en el país de mayoría musulmana suní.

Policías y fuerzas paramilitares se desplegaron por todo el país el jueves por la noche para asaltar posibles bastiones de milicianos y detener a unas mil 600 personas en 24 horas. Sin embargo, la mayoría de los detenidos se describieron como delincuentes comunes. Sólo 37 de ellos eran supuestos milicianos islamistas radicales, indicó el portavoz de la policía Kamrul Islam. Entre ellos están tres personas acusadas de pertenecer al ilegalizado grupo armado Jama’atul Mujahideen Bangladesh.

Ninguno de los detenidos está acusado de ser un líder miliciano responsable de organizar u ordenar los ataques. Todos los detenidos estaban encarcelados.

El gobierno de Hasina ha sido criticado por no procesar a los sospechosos de al menos 18 asesinatos cometidos en los últimos dos años. Entre las víctimas había blogueros ateos, cooperantes extranjeros, profesores de universidad, activistas defensores de los derechos de los homosexuales y miembros de minorías religiosas como hindúes, cristianos y musulmanes chiíes.

Hasina había anunciado la campaña contra grupos armados luego que la esposa de un superintendente de policía fuera asesinada con disparos y armas blancas el cinco de junio, cuando esperaba con su hijo en una parada de autobús.

Al hablar ante el parlamento el miércoles, Hasina se comprometió a erradicar a los radicales empeñados en sembrar el terror y la violencia en un intento por restaurar el gobierno islámico en el país.

“Si creen que pueden voltear a Bangladesh al revés, están equivocados”, sostuvo. “Serán expuestos ante la justicia en la tierra de Bangladesh y sus protectores tampoco estarán a salvo”.

Amnistía Internacional ha criticado al gobierno por su falta de acción y afirmado que crea una cultura de impunidad. También acusó a las autoridades de no responder a las crecientes denuncias de personas que reciben amenazas.

“Ignorar el problema no es una solución. Las autoridades deben condenar con rotundidad estos asesinatos, realizar una investigación pronta, completa, imparcial y transparente, ofrecer justicia a las víctimas, exigir responsabilidades a los responsables y proteger a los que siguen bajo amenaza”, afirmó en un comunicado Champa Patel, director del grupo de derechos en el sur de Asia.

Casi todos los ataques han sido reclamados por grupos extremistas islámicos transnacionales, incluidos el grupo Estado Islámico y varias ramas de Al Qaeda. El asesinato de un trabajador de un monasterio hindú el viernes por la mañana también fue reclamado por grupo extremista Estado Islámico, según el SITE Intelligence Group.

Sin embargo, el gobierno de Hasina afirma que los grupos terroristas transnacionales no tienen presencia en el país, de 160 millones de personas. El Gobierno culpa a los grupos locales afines a los partidos de oposición, aunque no ha ofrecido pruebas de que exista esa campaña y la oposición rechaza las acusaciones.

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