Paoletti Rodríguez
Ricardo Ibarra Gallegos es un hombre ya bien conocido por muchos victorenses y es que desde hace 29 años toca música frente a la plaza Juárez, lo cual llama la atención y el reconocimiento de la gente debido a que no puede ver.
Originario de Guanajuato, llegó a Ciudad Victoria por casualidad y es que pensaba acudir a Matamoros, sin embargo no fue posible y un amigo lo invitó a llegar a esta Ciudad Capital donde solamente pasaría algunos días, pero se quedó 29 años.
Aquí formó su familia, tuvo un hijo y afirma que la Ciudad le llamó más la atención por lo que se decía, ya que señalaban que en este lugar había mejores condiciones de vida, además notaba un gusto de los victorenses por su música.
“La gente ponía más atención a mi música, hasta la fecha, lo que les llamaba más la atención es la armónica, a veces se me acercan y me lo dicen, que les agrada mi música y por esa y otras razones pues me quedé aquí”, dijo.
SUS INICIOS
Don Ricardo comenzó a tocar la guitarra y la armónica en el año de 1983 en Río Verde donde vivía, esto ante la falta de oportunidades laborales para una persona que no puede ver, posteriormente se vino vivir ahí a Ciudad Victoria.
A sus 59 años continúa ganándose la vida de esta manera, además le sirve para no aburrirse en su casa, desde temprana hora llega y se instala frente a una tienda de telas y permanece hasta la tarde, esperando que la gente le regale algunas monedas.
En 1987 llegó a Ciudad Victoria y el primero de agosto se instaló frente a una tienda comercial por la zona del mercado, después fue buscando otros lugares más concurridos y con sombra, hasta que encontró este espacio en el Ocho Hidalgo y Morelos.
“Inicié afuera de la tienda, y en varios puntos estuve hasta que me vine para acá, estoy a gusto en el lugar por el horario y la sombra hasta cierto horario y me quedé aquí y cuando hay sombra por el lado norte me paso para la iglesia para no aburrirme en la casa”, comentó.
DESDE SU INFANCIA TUVO QUE SALIR
ADELANTE A PESAR DE SU CEGUERA
A los seis años de edad perdió la vista, nos plática que todo comenzó con un fuerte dolor en el ojo, conforme fue pasando el tiempo su vista fue empeorando hasta perderla completamente, este proceso fue en el lapso de dos años.
Señala que en esos tiempos intentaron curar su problema de muchas maneras, pero sobre todo con hierbas y remedios caseros, pero todo el esfuerzo fue inútil, por esta razón tuvo que salir adelante a pesar de las adversidades.
“A la edad de seis años perdió la vista, la fui perdiendo poco a poco empecé con una dolencia en un ojo y dos años después la perdí por completo, con hierbas trataron de curarme, pero no fue posible”, mencionó.
Ahora que es adulto afirma que ha acudido con diversos médicos, incluso un doctora que se interesó en su casó lo envió con diversos oculistas en la Ciudad de México pero ninguno logró dar un diagnóstico claro y mucho menos una solución.
“He ido con médicos pero nadie pudo regresarme la vista, una doctora le interesó mi caso, ella deseaba que recuperara mi vista, ella me mandó con muchos oculistas de México pero nada se pudo, pero dijeron los médicos que no era alguna enfermedad que conocieran”, expuso.
EN RIESGO
CONSTANTE
Expresó que es difícil que la gente pueda imaginar o comprender lo difícil que es no poder ver y es que afirma que en muchas ocasiones ha estado a punto de sufrir accidentes cuando anda solo por las calles.
“He estado a punto de caer al vacío, a ríos crecidos, a barrancos, a canales de agua porque hay ciudades que no protegen los canales, en Tampico me andaba yendo en un puente, si no llega una persona a tiempo me caigo pero esto no lo comprende nadie”, señaló.
No obstante menciona que Ciudad Victoria ya la conoce bien, al igual que otras ciudades, aunque actualmente su hijo se ocupa de ir por él algunas veces, afirma que siempre andaba solo por las calles y se trasladaba solo del centro hasta su casa.
“Yo conozco bien ésta y varias ciudades pero mi hijo viene por mi aquí, pero cuando vine a Victoria llegué solo y pagué hotel y aprendí a estar solo, a andar solo porque no había de otra, porque tenía que sobrevivir y salir adelante”, expuso.
Para aprender a tocar la guitarra y la armónica no tomó clases, lo hizo solo, cuando escuchaba canciones el solo las iba aprendiendo a tocar poco a poco, “Estuve en una rondalla en San Luis Potosí, en una estudiantina en San Luis y en un conjunto familiar en Guanajuato”.
Además sabe de carpintería y electricidad, esto lo aprendió en una escuela de San Luis, donde también pudo conocer el idioma braille que le ha sido de mucha utilidad.
“Arreglo aparatos electrodomésticos, sé de carpintería, de electricidad, eso lo aprendí en la escuela, ahí aprendí también el braille”.
Para apoyarse económicamente el señor Ricardo repara aparatos electrodomésticos o saca provecho de los que no sirven, por esta razón hizo el llamado a la ciudadanía que tenga este tipo de aparatos y que no utilice, que se los donen, a él si le serían de utilidad.