Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Durante los últimos cuatro años, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha registrado una transformación sin precedentes con la incorporación de elementos más capacitados, la mejora en la infraestructura y un marco legal actualizado que se traduce en un mejor servicio a la sociedad, aseguró Ismael Quintanilla Acosta.
Durante una conferencia que ofreció a abogados y alumnos de Derecho de la UAT, como parte de un Congreso de Derecho organizado por la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México (Concaam), el titular de la dependencia, lamentó sin embargo que muchas veces la sociedad no valore en su magnitud los avances “porque es más fácil señalar y enfatizar lo malo”.
Y añadió: “Se maximiza los errores, se critica, se destroza lo que se ve irregular, pero lo bueno se da por hecho. Cuando hacemos algo bueno lo primero que dice la gente es que ‘para eso les pagan’”.
Sostiene que el mayor enemigo de los mexicanos no es Donald Trump o cualquier otro.
“El mayor enemigo que tenemos somos los mismos mexicanos, y si no échense un clavado a las redes sociales y vean cómo se ensañan con lo que hacemos. Vean los comentarios que hace la gente cuando se publica una columna hablando bien de la Procuraduría”, indicó.
Puso como ejemplo el secuestro del futbolista Alan Pulido.
“Cuando se supo del secuestro todas las redes sociales estaban rezando para que apareciera con vida y cuando aparece dicen que fue un montaje. Al siguiente día cuando presentamos al autor intelectual nadie dijo nada”, refirió.
“Pero eso no ha detenido la marcha de las cosas. Es válido, se aceptan las críticas, lo que no es vale es que de maneta soterrada se difame, se critique sin fundamento. Esto es algo contra lo que tenemos que luchar de manera personal”, indicó.
El Procurador recordó la situación en que operaba la institución hace 20 años.
“En aquel tiempo tenía muchas carencias, deficiencias. Entrabas a las agencias del Ministerio Público y veías sillas desvencijadas, escritorios viejos, personal adormilado. Hoy las cosas son completamente diferentes porque se ha invertido mucho en mejorar la infraestructura y equipamiento de todas las áreas”, detalló.
Dijo que en mucho de esa desconfianza social influye la creencia de que la PGJE sólo es la Policía y el Ministerio Público, lo que está muy alejado de la realidad.
Reiteró, sin embargo, que la sociedad es ingrata porque no reconoce los avances.
Recordó que cuando llegó a la institución le sucedió lo que a las mamás cuando llegan a casa y hallan un desorden completo, y se preguntan, ¿por dónde empiezo?
“Me dije a mi mismo: ¡Dónde me metí! Pero bueno, decidimos que lo primero que había que hacer era cambiarle el rostro a la institución, por lo que instruimos a los agentes del Ministerio Público para mejorar el trato a la gente, agilizar los trámites y darle celeridad a las averiguaciones previas- Les dije que había que cambiar esa percepción de que las cosas no caminan si no hay dinero de por medio o si no habla alguien de arriba, y lo hemos ido consiguiendo” señaló.
Como parte de esa transformación de la dependencia responsable de la procuración de justicia, se inició un proceso intenso de depuración en el que han sido despedidos alrededor de 350 funcionarios por no acreditar los exámenes de control de confianza.
Además, de 420 agentes de la Policía Ministerial que existían hace cuatro años, solamente quedaron 89 porque el resto o no acredito el proceso de evaluación al que fueron sometidos en una base militar de Durango, o de plano ya no eran aptos físicamente para esa tarea.
La Policía Federal Preventiva apoyo a Tamaulipas con 200 elementos que fueron distribuidos en cinco ciudades del estado mientras se reclutaba a nuevo personal.
“El problema que hemos tenido es que de cada diez aspirantes pasan apenas uno y si bien nos va dos. Entonces para reclutar a un grupo de 50 aspirantes hay que evaluar a 500 y eso hace lento el reclutamiento”, refirió.
Pese a ello, actualmente la Policía Ministerial tiene alrededor de 300 elementos aunque faltan al menos 400.
Al referirse al Sistema de Justicia Penal Acusatorio y Oral, que acaba de iniciar vigencia plena en todo el estado y el país, Quintanilla Acosta dijo que sigue habiendo quienes se oponen y lo critican, pero finalmente terminarán por convencerse de que es un cambio que llegó para quedarse y que será de beneficio para la sociedad.
“Este sistema nos va a poner a prueba a la Procuraduría, al Poder Judicial, a la Defensoría Pública, a todos, pero no nos debe asustar. De que va a haber situaciones complicadas las va a haber, pero a la vuelta de unos años, cuando esté caminando al ciento por ciento vamos a acordarnos de cómo éste brinco nos hizo sufrir”, refirió.
El sistema acusatorio busca que no haya inocentes en la cárcel y que permanezcan en ellas solo los que son responsables.
“Esta va a ser una nueva cultura, que implica que tengamos que partir del hecho de que ahora las cosas son de diferente forma”, precisó.
