CIUDAD DE MÉXICO, junio 18 (Notimex)
El presidente nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, formalizó hoy su renuncia al cargo por “razones de gobernabilidad interna”, con fecha dos de julio, y pidió al presidente del Consejo Nacional, Ángel Ávila, convocar a este órgano para que decida quien habrá de sustituirlo.
“En virtud de que no estoy dispuesto a afiliarme a una corriente, ni a formar parte de un bloque, y dado que en estas circunstancias la gobernabilidad es más que precaria, he decidido renunciar a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional”, expuso en su carta de dimisión.
En conferencia de prensa, sostuvo que el partido necesita una reforma a los estatutos y demás documentos básicos, para fortalecer las facultades de la presidencia, acotar a las corrientes internas y permitir el acercamiento a la ciudadanía “que tanta falta nos hace”.
Basave Benítez dejó en claro que no abandonará las filas del PRD, sino que volverá a la Cámara de Diputado, puesto que es legislador con licencia, “y desde ahí trataré de impulsar el renacimiento del partido”.
Dijo que el PRD tiene “todo” para renacer, fortalecerse y repuntar, pues su mayor fortaleza se encuentra en la militancia, e insistió en la importancia de una reforma que “disminuya la dosis de conflicto interno que escala demasiado”, sobre todo por la dinámica de las corrientes internas.
Aseguró que es “muy complicado” gobernar el PRD si no se tiene un bloque o una corriente, pues se hace más difícil alcanzar acuerdos, e hizo ver que en el pasado había “caudillos” con un considerable margen de maniobra “metaestatutario” que resolvían esos conflictos.
Reveló que la decisión de su renuncia había sido tomada en días anteriores, y en una reunión con los líderes de las corrientes internas, todos le expresaron su deseo de que continuara, a excepción del dirigente de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, quien incluso faltó a un acuerdo y dio a conocer ayer la dimisión.
Anotó que de cara al próximo Congreso Nacional del partido, entregará un documento con diversas propuestas, las cuales, para materializarlas, se requiere de la voluntad cupular “y de un acuerdo mayoritario que yo ya no estoy en condiciones de construir”.
“En todo caso, hago votos porque mi salida detone una mayor conciencia y determinación en esa cúpula, para emprender la transformación radical que las bases de nuestro instituto político piden a gritos”, añadió.
Aclaró también que no es su papel evaluar el desempeño que tuvo como presidente nacional del PRD, pues de ello “se encargarán otros, quienes juzgarán mi trabajo y señalarán mis posibles aciertos y mis innegables errores”.