diciembre 12, 2024
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junio 21, 2016 | 102 vistas

Alfredo Guevara

Quince días después de la elección, en Tamaulipas existe una tranquilidad post electoral como resultado de la madurez y la civilidad política que tradicionalmente han mostrado los tamaulipecos, una vez que el voto de la población decide quién quiere que los gobierne, expresó Guadalupe Flores Valdez.

La Subsecretaria General de Gobierno destacó que en el marco del respeto, la altura y la gran participación que tuvo la elección de gobernador, alcaldes y diputados locales, que fue del 56 por ciento del padrón, las impugnaciones que cada quien consideró se encuentran en el Tribunal Electoral del Estado de Tamaulipas.

Al arribar a Palacio de Gobierno la mañana de este lunes, la funcionaria pública mostró confianza que, tras los resultados de la elección del domingo cinco de junio, sin duda alguna vendrán buenos tiempos para el Estado.

“Sin duda alguna, lo que quiere la ciudadanía es tranquilidad para seguir trabajando y construyendo, desde el espacio que le corresponda y creo que eso se va a dar”, aseveró.

Como cualquiera de los servidores públicos de primer nivel en la administración estatal, Flores Valdez dijo estar preparada para la etapa de transición que se vivirá en la entidad a partir del mes de septiembre, que es cuando podría iniciar el proceso de entrega-recepción.

Recordó que por ser parte del personal considerado como de confianza en la administración estatal, siempre están preparados porque en cualquier momento los pueden relevar, de ahí que en forma permanente dispongan de toda la información de cada tema.

La Subsecretaria General de Gobierno, reveló que después de la contienda, los partidos políticos que no quedaron conformes con el resultado, recurrieron como lo establece la Ley Electoral para el Estado de Tamaulipas ante las instancias correspondientes, “pero siempre en un marco de respeto y civilidad política”.

En ese contexto, no descartó que una vez que se conozca el sentido de la resolución de las impugnaciones, se habrá de acatar, dado que el último de los fallos de la autoridad es definitivo como irrevocable.

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