Isaí Fructuoso
Los quince años son una fecha muy especial y esperada por toda joven, donde se va quedando atrás la infancia para dar paso a la adolescencia, convirtiéndose en una mujer, es el momento donde se empieza a crecer y a comprender todo lo bonito de la vida, es en definitiva un día inolvidable.
Y así fue para Andrea Carolina Alvarado Ávalos, quien en fechas recientes celebró sus quince años de edad en compañía de sus familiares, amigos y seres queridos, que primeramente la acompañaron a la misa de acción de gracias.
Dicha celebración eclesiástica se realizó en el Sagrado Corazón de Jesús, donde el sacerdote les dio la bienvenida a los invitados y especialmente a la festejada junto a sus padres, Obdulia Ávalos Lucio y Julio César Alvarado Rodríguez, quienes amorosamente caminaron junto a su hija hacia el altar.
Durante la misa de acción de gracias, todos se encontraban sumamente conmovidos, pues este día fue planeado y esperado con mucho tiempo de anticipación. Y con motivo del gozo de la vida plena la quinceañera agradeció al Supremo y asimismo aceptó los deberes por los que se rige una familia católica cristiana, en la que se vive según el amor y los mandamientos de Dios.
Al finalizar la homilía, la quinceañera hizo el tradicional paseo por las emblemáticas avenidas de la Ciudad junto a sus mejores amigas, momentos que disfrutó enormemente, pues después del nerviosismo y la tensión propia del evento, por fin logró relajarse en compañía de personas que aprecia y con las que se siente en confianza.
Posteriormente la festejada arribó al salón de fiestas en punto de las 20:00 horas y a su llegada los invitados se pusieron de pie y con gran entusiasmo comenzaron a aplaudirle y así la animaron a iniciar el tradicional vals.
Para Andrea este fue uno de los momentos que quedó guardado en su memoria, pues fue muy importante bailar una pieza del brazo de su padre, el hombre que más ama y admira en la vida; luego siguió el turno de sus hermanos, quienes compartieron su felicidad, pues son una familia muy unida y amorosa.
En el evento se contó con la presencia de un grupo musical que amenizó durante la amena convivencia, ahí los invitados se deleitaron con un exquisito banquete, para posteriormente animarse a sacarle “brillo a la pista de baile” y presumir alguna que otra coreografía de música moderna, que hoy en día los jóvenes conocen al derecho y al revés.
Fue así como finalizó uno de los días más felices en la vida de la quinceañera, quien agradeció a todos los asistentes por su compañía y afecto.