Guadalajara, 26 Jun (Notimex).- El especialista Ignacio Mariscal Ramírez dijo que dificultades para vaciar la vejiga, así como urgencia súbita y permanente para orinar son síntomas iniciales de problemas prostáticos que podrían evidenciar el desarrollo de un tumor maligno en varones a partir de los 40 años.
El jefe de Oncología del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco agregó que estas son manifestaciones iniciales clásicas o habituales, «pero un cáncer de próstata podría tener cuadros clínicos diferentes, dependiendo el lugar donde se desarrolle».
Indicó que en ocasiones una prueba de sangre no es suficiente para detectar antígeno prostático, por lo que los varones deberían mantener un contacto estrecho con su médico familiar, a fin de evitar etapas más avanzadas del cáncer, donde ya hay fracturas, dolor de huesos, dificultad para respirar y tos persistente, «éstas células malignas debilitan la estructura ósea y afectan los pulmones».
Lamentó la renuencia a la exploración médica que caracteriza a la mayoría de los hombres en México, porque esto disminuye de manera considerable la esperanza de vida.
Añadió que detectado a tiempo el cáncer de próstata es curable, pero una vez que ocurre una metástasis o diseminación del cáncer a otros órganos, las alternativas para detener el desarrollo de las células malignas son prácticamente nulas.
«Es entonces cuando con mucha frecuencia escuchamos lamentarse a los pacientes por haberse rehusado a la atención inicial, el varón debe ser consciente y practicar la medicina preventiva, hacerse cargo de su propia salud, esto va a impactar en la cantidad de años que pueda vivir, pero sobre todo en la calidad con la que se vivan esos años».
Explicó que los exámenes de sangre y los tactos rectales deben realizarse cada uno o dos años, dependiendo los antecedentes personales y familiares.
Precisó que una vez detectado un tumor maligno, el tratamiento dependerá del paciente, «los procedimientos se hacen ‘a la medida’, de acuerdo a tres estrategias médicas principales: cirugía, radioterapia y quimioterapia; la primera se circunscribe a ciertas variantes de la enfermedad; y la segunda es más frecuente».
Resaltó que la quimioterapia se indica sólo cuando las primeras dos opciones han fallado y el paciente debe someterse a algún tratamiento paliativo o de rescate.
«El cáncer de próstata se caracteriza por invadir órganos vecinos y posteriormente otros a distancia, caso de los huesos y los pulmones, conforme avanza la enfermedad», advirtió.