Alfredo Guevara.-
La corriente crítica del magisterio, denominada Nuevo Sindicalismo, pidió a los maestros no tener miedo a los procesos de evaluación y acudir a presentar los exámenes, cuyos resultados podrían demostrar que la Secretaría de Educación no tiene capacidad económica para pagar tutores a presuntos profesores reprobados.
José Luis Coronado Alvarado, representante de esa organización, consideró que existe una desinformación entre el magisterio, relacionada con aquellos profesores que no aprueben la evaluación, presuntamente sean despedidos, tomándose en cuenta que las reglas del Servicio Profesional Docente son claras.
En una entrevista que concedió en palacio de Gobierno, pidió a los maestros que están en posibilidades de jubilarse, a que lo hagan, para evidenciar que la Secretaría de Educación no tiene capacidad económica para las pensiones y menos a los que ingresarán en sustitución.
“No hay capacidad para pagar tutores a presuntos maestros reprobados, no hay profes reprobados como tampoco dinero para pagar incentivos, ¿Qué pasaría si todos los maestros aprueban los exámenes? Desde luego que el Gobierno se declararía incapaz para pagar el 35 por ciento de salario”, sostuvo.
Coronado Alvarado declaró que con la Reforma Educativa, lo único que se busca es maniatar al magisterio, donde si acuden a presentar al examen, a los ojos de la Secretaría de Educación están aceptando las nuevas reglas y si no, lo es un desacato a la autoridad y por lo mismo puede causar baja del sistema.
No obstante, recordó que lo único que se reformó fue el Artículo tercero de la Constitución y el 73 apartado B, pero no así la legislación que regula las relaciones laborales como la Ley federal del Trabajo, de tal forma que el magisterio está en condiciones de acudir a los organismos que están en posibilidades de defensa del trabajador.
Apuntó que los maestros no tienen la obligación de presentarse a la aplicación del examen, aunque las autoridades siguen terqueando al magisterio, a quien lo tienen entre la espada y la pared, dado que si participan en la evaluación, estarían aceptando la reforma educativa y si no, representaría un desacato que le puede costar el empleo.