Pablo Hernández Contreras.-
CIUDAD MANTE, Tam.- Alejados de toda posibilidad de poder recibir el apoyo correspondiente al seguro de daños catastróficos que pagó el Gobierno del Estado para ejidatarios de más de 50 comunidades y así asegurar sus siembras, los representantes de la institución aseguradora simplemente les dijeron que no, debido a que faltaron a muchas cláusulas de las reglas de operación.
Un grupo de comisariados, pertenecientes a la Unión de Ejidos, así como de otros lugares en donde estaban contemplados luego de levantamiento que se hizo, acudieron a la reunión de información a la que convocó el jefe de Distrito de Desarrollo Rural 161 de Sagarpa, Ramón Cayo Ruiz Zorrilla, mismo que manifestó que solo los responsables de haber realizado el contrato con la empresa aseguradora serían los encargados de responder a las interrogantes que ellos traían.
De las muchas dudas que se presentaron debido a que solo 12 ejidos de 50 contemplados en una superficie superior a las 15 mil hectáreas de granos y semillas que se siembran en la zona de temporal, manifestaron que hace dos años, cuando el seguro operó de nueva cuenta, no los marginaron, al contrario, abrieron el apoyo para que no perdieran.
En la reunión celebrada en la sala de juntas de la Presidencia Municipal, se presentó el director de Desarrollo Rural, Joel Rodríguez, así como los encargados de hacer el puente entre el Estado y la empresa Manuel Martínez Camarillo y José Luis Ramírez, de la dirección financiera de la Secretaría, y quienes explicaron que todos los levantamientos se hicieron en tiempo y forma y que las reglas de operación son sencillas de entender, a lo que muchos estuvieron de acuerdo, al referir que a pesar de que les habían dicho, cuando se hizo la relación de quienes serían beneficiados, los enviados les habían asegurado que todos entraban porque no se levantó la cosecha esperada.
Sin embargo, cada una de las cláusulas, entre las más destacables se encuentra la cantidad de superficie que debe tener un productor, los animales en potrero y la superficie de siembra, así como en no haber trillado, son, entre otros muchos, los aspectos más visibles de la falta del recurso que no fue determinado a pagar dentro de este seguro.
Así, los productores regresaron como entraron, fuera de cualquier posibilidad de obtener un poco de lo que perdieron por sequía y sin ánimo de lograr un efectivo resultado a su solicitud.
