Elizabeth Guevara
Para nuestra querida Ciudad Victoria es un orgullo tener grandes personalidades que destacan por su talento y su larga trayectoria, ejemplo de ello, es el maestro Emilio Humberto Rodríguez Montantes, el cual es un reconocido pintor que ha expuesto sus obras tanto en la República Mexicana, como en diferentes países alrededor del mundo.
El maestro Emilio Rodríguez Montantes, nació el trece de enero de 1944, en la capital del estado tamaulipeco, desde pequeño contó con el apoyo de sus padres, los señores Tereso Rodríguez Vega y Aurelia Montantes, quienes lo impulsaron a ser el artista que ahora es.
Cuando el artista estuvo en la escuela primaria, los maestros lo ponían a dibujar, a pintar y a hacer trabajos manuales, de ahí surgió su inquietud de conocer más de las artes, posteriormente sus padres lo inscribieron a su corta edad en una escuela de Los Ángeles, California, donde tomó cursos por correspondencia.
Sin embargo su gran trayectoria inició alrededor de los quince años, cuando caminando por la calle del 14 Morelos, se encontró con la primera escuela de Artes Plásticas, con talleres impartidos por maestros que vinieron de Tampico, Morelia y México, como: David Celestino, Ramón García Zurita, y José Santos Sánchez, entre otros más, quienes apoyaron e impulsaron a Emilio con clases de dibujo, grabado, moldeado, dibujo técnico, dibujo artístico.
Después de un año y medio como alumno, le otorgaron una beca para que él, les estuviera apoyando con clases, al mismo tiempo que estudiaba por las noches en La Industrial, en carpintería, y eso le fue de mucha ayuda para desenvolverse durante el día y andar de un lado a otro sin interrupciones.
En diciembre de 1962 el maestro Santos lo invita a la ciudad de Morelia Michoacán a formar unos talleres, los cuales se llamaron Arte y Caridad (ARCA) y el con el consentimiento de sus padres, se fue alrededor de tres años para colaborar junto al maestro Alfredo Zalce Torres, donde realizo diversas artesanías.
Durante su estancia en ese Estado, estudiaba pero también trabajaba, dando clases particulares y en el colegio Anáhuac, uno de los más importantes de Morelia, gracias a la anuencia de la talentosa maestra María Luisa Oliver.
En el año de 1965, le ofrecieron trabajo en la Casa del Arte y por esa razón el maestro Montantes regresó a la capital, siendo invitado por un período de tres años, poco después lo enviaron a Tula, donde dio clases en el Centro Artesanal de Tula, lugar donde permaneció cinco años impartiendo clases de dibujo artístico, pintura, trabajos de estambre, entre otros más, sin dejar de lado su gran pasión: pintar y dibujar, así pues traía sus cuadros a Victoria y los vendía.
Años después, el maestro comenzó a dar clases en la Escuela Secundaria número seis, lugar donde laboró por 32 años, impartiendo la clase de artes plásticas, al mismo tiempo que continuaba en la Casa del Arte, donde trabaja desde hace 50 años.
En julio del 2002 se le presentó la oportunidad de viajar a la ciudad de Barcelona en España, ahí tomó un curso de grabado y pintura, el cual duro un lapso de 45 días y durante su viaje conoció obras de artistas como: Leonardo da Vinci y Salvador Dalí.
El maestro Montantes se inspira en la vida, la naturaleza, su familia y su esposa, que tiene poco de haber partido de este mundo terrenal, y quien fuera en vida su gran apoyo y motivación.
Además, el Gobierno del Estado creo una serie de libros sobre los trabajos que ha realizado y expuesto, asimismo sus obras pueden ser apreciadas en la revista Mini Print Internacional De Cadaqués.
Sus mayores orgullos en la vida son: estar vivo, su esposa y sus hijos, con quienes siempre contó, y el apoyo de diferentes personalidades a lo largo de su trayectoria.
De las cosas que más disfruta dentro del salón de clases, es que el alumno se deje llevar y disfrute lo que el profesor le enseña, como lo es: el punto, la línea, el color y dibujar la realidad y el entorno, todo esto lo llena, por eso hoy en día sigue trabajando.
Uno de sus deseos es que el Gobierno adquiera parte de su obra para que le patrocine su regreso a Barcelona y así pueda terminar su curso de grabado y pintura.
“Es muy importante que se acerquen a la Casa del Arte a dibujar, a pintar, a las artes plásticas visuales, porque todo es importante desde niños, en la vida, en la preparatoria, en la universidad, que tengan la sensibilidad para poder apreciar un trabajo de los niños, de los adultos y de los artistas”, declaró el artista.
También puntualizó: “El arte nace y sigue y sigue, pero no hay que dejarlo escapar, hay que atraparlo en alguna galería para que ahí haya un inicio o una continuidad al trabajo, que no se pierda”.
Sin duda este distinguido artista es admirable y representa un orgullo para el Estado, asimismo es el único maestro en Tamaulipas que continua activo trabajando la técnica de grabado; además de ser muy querido y amado por todos sus alumnos.