México, 4 Jul (Notimex).- Investigadores del Departamento de Morfología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) analizan el efecto de los fármacos doxazosina y carvedilol para tratar a pacientes con cirrosis hepática.
El académico de la UAA, Javier Ventura Juárez, explicó que la idea nació con un proyecto en el que examinaban la amibiasis y que en su proceso se podía observar o modificar si existía cambio en el sistema nervioso autónomo.
“Eso lo hicimos, pero normalmente la amiba induce un absceso hepático en el hígado o úlceras en el colon. En el caso del hígado observamos que normalmente se hace una cápsula de tejido fibroso de colágeno, y esa es la vía final común del absceso amibiano”, detalló.
Sin embargo, resaltó que en los animales que les quitaron el sistema nervioso simpático no vieron eso, sino que observaron una expresión mínima del colágeno y de ahí surgió la idea.
Comentó que a partir de eso comenzaron a contemplar la posibilidad de trasladar este mismo proceso a las enfermedades del hígado que producen colágeno, para así tratar de moderar o erradicar sus efectos mediante la utilización de fármacos que ya existen en el mercado pero que se utilizan para otros padecimientos.
“Nosotros buscamos, con las ideas de los doctores, primero, el establecimiento del modelo de cirrosis hepática en el hámster, después de eso aplicamos dos medicamentos que atacan los reductores alfa y beta de la adrenalina, alfa-adrenorreceptores, así se llaman, y esos medicamentos son los que estamos patentando en su nueva función”, señaló.
En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el investigador apuntó que en distintas etapas del proyecto se han realizado varios experimentos y se observó primero efectos gruesos y después cada vez más finos.
Por ello, apuntó, se llegó a la conclusión de que a cierta dosis, la doxazosina y el carvedilol disminuyen el depósito de colágeno en el proceso de la cirrosis inducida.
Ventura Juárez señaló que después de ver los resultados con ciertas cantidades, se bajaron la dosis hasta llegar a 100, 50 y 15 miligramos por kilogramo de peso, y enseguida hubo cambios y mayor sobrevivencia de animales.
“Además de los cambios morfológicos que son evidentes en la dimensión del depósito de colágeno, que es la parte esencial de la cirrosis”, agregó.
A su vez, el profesor Martín Humberto Muñoz Ortega afirmó que las dosis de 1.0 y 1.2 miligramos de doxazosina y carvedilol se ha logrado entre 65 y 70 por ciento de reversión, y ya han comenzado a experimentar con una nueva dosis de ambos medicamentos, cuyos primeros resultados han arrojado una reversión superior a 80 por ciento y una recuperación del órgano.
“Tanto histológica como bioquímicamente va recuperando nuevamente el órgano la función. Ahora estamos midiendo más a fondo, tratar de valorar el patrón molecular para ver si expresan metaloproteasas y hay deceso de otros mediadores que están muy activos en la fibrosis, como citocina profibrogénica”, manifestó.
Por su parte, el profesor de la UAA, Daniel Cervantes García mencionó que ya ha sido inscrita la patente para segundo uso de la doxazosina y el carvedilol y están a la espera de recibir los resultados de la evaluación de fondo.