diciembre 14, 2024
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julio 5, 2016 | 121 vistas

BUENOS AIRES, julio 4 (Notimex)

Los trabajadores del periódico Tiempo Argentino recibieron múltiples muestras de solidaridad, luego de que las instalaciones sufrieran destrozos esta madrugada, y anunciaron una edición especial para denunciar el ataque.

El edificio que comparten la redacción de Tiempo Argentino y las cabinas de radio América amaneció con vidrios rotos, puertas quebradas, daños en las paredes, mesas y sillas amontonadas y documentos esparcidos en el suelo.

Los equipos de computación y el mobiliario quedaron cubiertos por la capa blanca del químico de los extinguidores que una veintena de golpeadores lanzaron a los trabajadores para amedrentarlos, pasada la medianoche.

“Fue una batalla campal”, explicó a Notimex Pablo Taranto, editor de Información General, mientras recorría las instalaciones y verificaba la devastación que dejaron los agresores, encabezados por el empresario Mariano Martínez Rojas, presunto nuevo dueño del diario.

Funcionarios, periodistas, organizaciones de derechos humanos, sindicatos de prensa y legisladores de todos los partidos se solidarizaron con los trabajadores ante el violento intento de desalojo.

También repudiaron el ataque la Presidencia, el Gobierno de Buenos Aires, la vicepresidenta Gabriela Michetti y algunos ministros.

Abundaron, además, las muestras de solidaridad de ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández, pese a que su administración apoyó al empresario Sergio Szpolski, quien junto con su socio Matías Garfunkel estafó a los trabajadores del medio de prensa.

Taranto relató que Martínez Rojas y una veintena de golpeadores forzaron la entrada y cometieron destrozos durante unas seis horas en las que permanecieron en la redacción.

“Hicieron lo que quisieron hasta que la policía se dignó a intervenir, no nos dejaban entrar mientras escuchábamos cómo rompían todo, sentimos mucha impotencia”, dijo.

En la planta baja podían verse bolsas de arroz, yerba mate, azúcar y puré de tomate, que forman parte de las donaciones recibidas por los trabajadores, que en noviembre pasado dejaron de recibir sus sueldos.

A principios de abril, los trabajadores decidieron crear una cooperativa, rescataron el periódico e iniciaron la publicación de una edición dominical que contó con la solidaridad de un nutrido grupo de lectores.

Mientras tanto, Martínez Rojas aseguró ante los medios que había comprado Tiempo Argentino a Szpolski, aunque la transacción nunca fue confirmada, y el supuesto nuevo propietario no se hizo cargo de las deudas y salarios con los trabajadores.

El empresario, que disfrutó de una inusual protección policial pese a haber encabezado el ataque, afirmó al diario Perfil que tenía una autorización legal para entrar y responsabilizó de los destrozos a los propios cooperativistas.

“Yo fui a recuperar mi empresa, no fui a robar ni romper nada, el diario es mío, la marca también, es una cooperativa clandestina. No es una empresa en recuperación”, afirmó, sin presentar documentos y pese a que testigos vieron cómo entró de manera violenta al periódico.

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