Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Productores y autoridades de Tamaulipas y Nuevo León trabajarán conjuntamente en el combate del huanglongbing o “Dragón Amarillo”, una plaga que ataca mortalmente a los árboles citrícolas.
El delegado de la Sagarpa en la entidad, Eduardo Mancilla Gómez, señaló queh para ello, los grupos técnicos del Huanglongbing, (HLB), de ambas entidades, celebraron recientemente una reunión de trabajo.
La cooperación entre ambos estados se centrará por el momento en la aplicación regional de insecticidas en al menos unas 25 mil hectáreas citrícolas de ambas entidades.
De esa manera se acordó que la siguiente aplicación regional de insecticidas se realice en Tamaulipas del seis al 20 de julio, y en Nuevo León del 27 de julio al diez de agosto.
La segunda aplicación regional de químicos fue programada del 14 al 28 de noviembre, en forma simultánea en ambas entidades.
En el caso de Nuevo León, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal se comprometió a ampliar en cinco mil 188 hectáreas la meta de control regional durante los meses de julio y agosto, mientras que Tamaulipas estimó en siete mil 884 hectáreas la superficie susceptible de atender, aunque podría ampliarla a 22 mil hectáreas.
Ambas entidades acordaron, además, utilizar los mismos insecticidas para atacar el psílido asiático que transmite la enfermedad.
Paralelamente se impartirán talleres de capacitación a los productores a través de los cuales se les enseñará a cómo combatir con mayor efectividad la plaga.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, (Inifap), coadyuvarán en el combate a la plaga mediante supervisiones y evaluaciones periódicas de la aplicación regional de insecticidas.
Desde hace por lo menos dos años, el “Dragón Amarillo” fue detectado en gran cantidad de árboles citrícolas de traspatio, pero fue hasta el año pasado en que se identificó un caso en áreas comerciales.
Ese hecho detonó la alarma entre los citricultores y las autoridades, que intensificaron el monitoreo de las poco más de 43 mil hectáreas citrícolas de Tamaulipas, y la aplicación de insecticidas en aquellas zonas catalogadas de mayor riesgo.
En los países y entidades de México donde ya tiene presencia el “Dragón Amarillo”, ha dejado millonarias pérdidas al causar la muerte de gran cantidad de árboles.
Una vez que un árbol es atacado por la enfermedad, debe ser destruido.