José del Carmen Perales Rodríguez.-
“Sí se puede combinar ser un niño, jugar, divertirse, y a la vez ponerle empeño al estudio, por eso invito a todos los niños tamaulipecos a estudiar mucho para que nuestro estado siga destacando a nivel nacional”, asegura Erick Alexander Munguía Guevara, quien obtuvo el primer lugar nacional en la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2016.
Originario de Ciudad Madero, el alumno del sexto grado del Instituto Winston Churchill va a la cabeza de la delegación estatal que acudirá en los próximo días a la Convivencia Cultural en la que serán recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto. Adicionalmente el estudiante tamaulipeco recibirá una beca que otorgan la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Fundación Bancomer, por mil pesos mensuales durante diez meses en los tres años de la educación secundaria.
Erick Alexander estuvo ayer en la ceremonia protocolaria de entrega de becas por parte del Gobierno del Estado, su mirada y su sonrisa siempre fueron las mismas y es que no cabía de gozo porque su nombre era una y otra vez mencionado, estuvo feliz junto a su maestra, sus padres, su hermano y su directora.
“Es un gran logro para mí, me siento muy feliz de esto y muy orgulloso, pero esto fue gracias al apoyo de mi maestra que siempre estuvo a mi lado y al esfuerzo que le puse para obtener este premio, además de mis papás que están muy orgullosos de mi y muy felices”.
– Tu pudiste lograrlo, ¿qué le dirías a los demás niños que como tu tienen talento?
“Ellos también pueden lograr esto siempre y cuando se pongan esa meta y se esfuercen para cumplirla. Todo es posible y sin tener que dejar de vivir como un niño normal, siempre tiene que haber un balance entre estudiar y un tiempo para despejarse y jugar”, sostiene.
De su maestra Imelda Chávez Soto, Erick destaca el compromiso que siempre mostró para acompañarlo en su preparación, para darle clases y practicar incluso los fines de semana, reconociendo en todo momento que sin esos apoyos no habría obtenido los galardones estatal y nacional.
“En Tamaulipas hay también mucho más niños con talento, que si se esfuerzan es muy probable que puedan lograr algo como lo que ahora yo estoy disfrutando. Yo los invito a que se sigan preparando para seguir dando prestigio a nuestro estado”, concluyó.
MAESTRA DE CIEN
La maestra Imelda, titular del sexto grado y orgullosa por su alumno, es un perfecto ejemplo de la capacidad de los docentes tamaulipecos que combinan su jornada laboral entre las escuelas públicas y privadas, “pero además estudié mi carrera en una escuela pública”, recalca.
“Yo sólo he hecho mi trabajo con Erick, lo he acompañado, guiado y dirigido por donde es más conveniente. Trabajo en esta escuela privada pero también en una secundaria pública y en cualquiera de las dos haría lo mismo”, comenta.
Sobre la detección de estos alumnos que como Erik Alexander tienen habilidades y talento, la docente señala que son niños que solitos se dan a conocer, refiriendo en este caso su alumno no sólo destaca en matemáticas sino en el resto de las materias.
“Desde luego que hay muchos niños más como él, pero en esto tiene mucho qué ver que quieran hacer las cosas, que sus papás quieran apoyarlos como fue el caso de Erick que fueron muy insistentes”, destacó.
‘LO QUE IMPORTA SON LOS NIÑOS’
Como integrante del gremio magisterial, la maestra Chávez Soto no puede dejar de comentar sobre la Reforma Educativa y los sucesos que la han rodeado, que admite ha venido a desatar protestas pero a la vez a deteriorar la imagen del docente pues “por unos cuantos la llevan todos”.
“Hay quien va estar inconforme con la Reforma pero también quienes estén de acuerdo, pero lo que no debemos perder de vista son los niños, el trabajo que hacemos con ellos. Las situaciones laborales y los planes y programas de estudio son cosas totalmente aparte una de otra, que los maestros no podemos confundir”, precisó.
Sin embargo, la docente subraya que lo anterior no choca con la demanda de mejorar las condiciones de trabajo, así como la plena satisfacción de las necesidades para subsistir, aunque a la vez ataja que eso no implica que todo se tenga que politizar y salir a las calles a protestar.
“Nosotros como maestros también vivimos de las satisfacciones de alumnos que como Erick nos hace ver que estamos haciendo bien las cosas”, puntualizó.
ADMINISTRANDO EL TIEMPO
Para los señores Karla Guevara y José Murguía, el logro de Erick, su hijo mayor de dos que tienen, no se basa en tenerlo todo el día estudiando ni es producto de la presión para que dedique más tiempo a los libros que a jugar o disfrutar su vida de niño.
“Estamos muy emocionados por su primer lugar nacional que lo llevará a saludar al presidente Enrique Peña Nieto. Erick es un niño digamos normal, al que le gusta jugar, los videojuegos, pero que también es muy dedicado al estudio. Nosotros como padres lo que hacemos es administrarle el tiempo para que estudie pero a la vez no se pierda esta etapa de la niñez”, comenta José, quien trabaja para Petróleos Mexicanos.
La señora Karla se refiere a Erick como el orgullo de la familia, porque ha obtenido un reconocimiento que dijo es producto de un trabajo en equipo junto con los maestros.
“Pero definitivamente el mérito es de él porque ha puesto todo de su parte, ha sido un niño muy dedicado desde el jardín incluso se graduó con mención honorífica, gracias a Dios así se ha mantenido”.
Para la orgullosa madre no hay secretos para llegar a formar un niño talento como Erick, “lo primero es estar al pendiente de cómo van y qué es lo que hacen en la escuela, revisar las tareas y que estudien cuando hay exámenes”.
Los Munguía Guevara se definen como una familia de clase media que admite que si bien es momento de festejar y estar felices, ahora viene un reto más importante; “tenemos una responsabilidad grande de seguir encauzando ese potencial que tiene Erick e ir cuidando su camino para que pueda alcanzar sus metas”.
Momentos antes de la entrevista, José se apresuró para alcanzar al gobernador Egidio Torre Cantú y agradecerle lo que hace por la educación de todos los niños tamaulipecos, en respuesta y como premio adicional el mandatario le envió su reloj al pequeño Erick quien de inmediato se lo puso en su muñeca.
El joven campeón con su maestra Imelda Chávez Soto.