Alfredo Guevara.-
Hasta ahora no existe ninguna norma que prohíba expresamente a una madre de familia amamantar a su hijo y toda observancia reprobatoria que se le haga debe hacerla del conocimiento a instancias relacionadas con los derechos humanos, dejó en claro Alfonso de León Perales.
El Presidente de la Comisión de Salud consideró que el tema no debe dar lugar a la discusión y precisó que la madre debe alimentar al menor en el momento que requiera, de preferencia del seno materno y no leche en polvo como la que elaboran los laboratorios.
Convino en señalar a las personas que piensan que amamantar a sus hijos en público es una forma de incitar a la violencia sexual y otras cosas, o con argumentos que dan para aprobar una reforma que finalmente se promovió pero que no tuvo respuesta por los legisladores de diferentes fracciones políticas.
“Recordemos que el hecho de que las madres alimenten a sus hijos a través del seno maternal, en la leche van los calostros, que no son otras cosas que las defensas para el organismo, sobre todo en los primeros días de lactancia”, aseveró.
De León Perales convino en que las madres deben de cubrirse el seno en el momento en que se vean en la necesidad de amamantar a su hijo en un lugar público, con el propósito de no ser objeto de señalamientos u observaciones de quienes no están de acuerdo en este tipo de acciones, no obstante a que no haya una prohibición al respecto.
En caso de que en alguna institución se le prohibiera a la madre amamantar a su hijo, pudiera recurrir a instancias como la Comisión de Derechos Humanos, dado que hay derechos de los niños y las niñas a la alimentación y tratados internacionales que les protegen de una prohibición de ese tipo.
Aseveró que hay madres de familia que por encima de cualquier circunstancia, prefieren amamantar con leche materna a sus hijos que optar por el uso de leche que producen los laboratorios que si bien cuentan con cierta cantidad de nutrientes, no se compara con la de la madre.
Insistió en que hasta ahora no existe ninguna prohibición para que las madres amamanten a sus hijos en lugares públicos.