VARSOVIA, Polonia, julio 9 (AP)
El presidente Barack Obama rechazó el sábado la idea de que la violencia que sacudió a Estados Unidos en los últimos días es indicio de que el país ha vuelto a los días oscuros de su pasado. A pesar del dolor que dejaron las muertes de hombres de raza negra y policías, “Estados Unidos no es un país tan dividido como algunas personas han dicho”, aseguró.
“Todos los estadounidenses, de todas las razas y todos los sectores de la sociedad, están justificadamente indignados ante estos ataques inexcusables contra policías, ya sea en Dallas o en cualquier otro lugar”, dijo el mandatario en Varsovia, donde asistió a una reunión de la OTAN.
“Ello incluye a los manifestantes, incluye a miembros de familias que tienen serias reservas sobre la conducta de policías y que creen que todo lo que está pasando es inaceptable”, agregó. “Aquí no hay división alguna”.
Fue la tercera vez en tres días que el presidente habla sobre las muertes de hombres negros a manos de policías en Louisiana y Minnesota, lo que suscitó una manifestación en Dallas. Al margen de esa protesta pacífica, un francotirador mató a cinco policías. Además siete policías y dos civiles resultaron heridos.
“Esta ha sido una semana difícil”, admitió el mandatario.
Obama dijo que el asesino de Dallas, un hombre que había estado en el ejército y que luego fue abatido mortalmente por la policía, era “un individuo desquiciado” que no representa a los negros del país, de igual forma que el individuo blanco que mató a negros en una iglesia en Charleston, South Carolina, no representa a los blancos del país.
El Jefe de Estado anunció que visitará Dallas “en los próximos días” para expresar su solidaridad con la ciudad.
Recalcó que aunque “hay pesar, hay rabia y hay confusión” sobre cómo lidiar con este tipo de violencia, “hay unidad en el reconocimiento en que ésta no es la manera como queremos que nuestras comunidades se desarrollen. Esto no es lo que queremos ser como país y eso sirve de base para que podamos avanzar de una positiva y constructiva”.
“Así que no podemos dejar que las acciones de unos pocos nos definan a todos”, enfatizó.
El Presidente dijo que convocará a una reunión en la Casa Blanca la semana entrante de policías, líderes comunitarios, activistas de derechos civiles y otros para hablar de maneras de avanzar. Expresó que “la solidaridad y comprensión” demostrada por ciudadanos comunes ante los sucesos recientes, inclusive de los policías de Dallas que fueron atacados, le han dado esperanzas.
“Esa es la actitud que todos debemos tener, esa es la actitud que yo deseo usar como base para avanzar”, añadió.
Sin embargo, dejó en claro que seguirá expresándose sobre la necesidad de endurecer las restricciones al acceso a las armas en Estados Unidos, una posición que ha encontrado férrea resistencia en el Congreso dominado por los republicanos.