MOUNT CLEMENS, Michigan, E. U., julio 10 (AP)
Michigan es un estado industrial que generalmente se inclina por los demócratas en las elecciones, pero el triunfo allí podría resultar difícil para Hillary Clinton. Bernie Sanders la venció en las primarias al hacer campaña contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El republicano Donald Trump goza de más popularidad entre los trabajadores blancos que candidatos anteriores de su partido y ha prometido retirarse de un tratado al que muchos atribuyen la pérdida de innumerables empleos en la región industrial.
Si bien su trayectoria en defensa del libre comercio tal vez no le cueste el estado a Clinton, sí le cuesta a su campaña personal y dinero para defender los 16 votos en el Colegio Electoral.
“Es un tema que Sanders supo aprovechar con éxito en las primarias”, dijo la dirigente demócrata Amy Chapman, directora de la campaña de Barack Obama en el estado en 2008 y asesora en 2012.
“Evidentemente es algo que deberán tener en cuenta para decir qué se necesita para ganar en Michigan”.
La semana pasada, Trump fustigó el pacto firmado por el presidente Bill Clinton y pronosticó que al salir se recuperarán millones de empleos fabriles.
Está en juego el voto de la clase obrera blanca, que Trump dice que puede obtener en gran cantidad. De esa manera, los estados de esa región del país, baluartes demócratas, pasarían a ser disputados.
Trump dice que su propaganda le ha ganado apoyo de los trabajadores que pueden volcar a su favor estados como Wisconsin y Pennsylvania, ganados siempre por demócratas desde los años 80.
Hillary Clinton apoya una renegociación del TLCAN, firmado en 1992 y vigente desde 1994, con Canadá y México. También dice que se opone al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), un ambicioso acuerdo con países de Asia, pero también ha demostrado que vale la pena dedicar tiempo a refutar el argumento de Trump.
La posición de Trump, contraria a la ortodoxia republicana, lo hace aparecer a la izquierda de Clinton en materia de comercio y la obliga a hablar del tratado en Michigan, dicen activistas demócratas en el estado.