CIUDAD DE MÉXICO, julio 11 (Agencias)
Ayer en el partido de Andy Murray contra Milos Raonic en la final de Wimbledon, no fueron las lágrimas de los fans de Murray las que llamaron la atención, sino el momento en el que Irina Shayk lloró durante el juego tras tener una pelea con su novio, Bradley Cooper.
Como era de esperarse, los encuadres de las cámaras a la zona VIP no pudieron faltar, y con ello el enfoque de los A-listers, entre los cuales se encontraba la supermodelo, Bradley, Benedict Cumberbatch, su esposa Sophie Hunter y los Duques de Cambridge.
Tanto en las fotos como en los videos, se ve que durante el partido Irina no la estaba pasando nada bien, y aunque Bradley intentaba hablar con ella, la modelo se limitó a voltearse, quedarse callada y secarse algunas lágrimas.
Aunque pareció haber sido una fuerte pelea, para la tarde las cosas ya se habían calmado, pues la pareja fue captada por los paparazzi en un date.