Fue la peor noticia que pudo recibir sobre su compañera de vida, cáncer de hueso, por lo que fue necesario amputar una pata. Pero se volvió peor. El cáncer se extendió a los pulmones. Ahora es terminal.
¿Qué harías?
Robert Kugler decidió llevar a su mejor amiga, una labrador chocolate de tres patas llamada Bella, a través de un último y legendario viaje.
«Esta es una de las más grandes conexiones que he tenido con algo viviente. No me importa que sea una mascota», dice Kugler, de Broken Bow, Nebraska.
Un diagnóstico devastador
Kugler se enteró el año pasado que Bella estaba muriendo de cáncer. Él la adoptó cuando era una cachorrita hace nueve años y no estaba de ninguna forma listo para dejarla ir.
«No quería que ella ya no estuviera un día que no regresara a casa», dijo.
Kugler decidió comenzar con Bella el viaje de su vida. Kugler es veterano de la Marina por lo que fueron a Chicago en noviembre pasado al Baile del Cuerpo de la Marina.
Sus redes sociales -Twitter, Facebook e Instagram- documentaron sus viajes mientras se dirigían de ahí a puntos en el este y sur. Bella posando frente a un mural en Detroit, ser acariciada por algunos compañeros del Ejército de Salvación en Bowling Green, Kentucky, ver el atardecer sobre el Lago Erie.
Bella y Kugler han acampado o en su Toyota 4Runner o haciendo couchsurfing con uno de sus amigos. Kugler está haciendo este viaje no solo por Bella, si no por otros también.
«Quiero inspirar a la gente a salir y vivir», dijo. «Que se amen unos a otros por lo que son y hagan amigos».
Ahora viven en Florida, del lado de la costa del Golfo, disfrutando St. Petersburg y las playas de arena blanca de Siesta Key. Bueno, no disfrutándolo del todo, debido a que el estado está en plena ola de calor.
«El frío es más fácil de combatir con un perro, a diferencia del frío», bromea Kugler. Él dice que las aguas son tan cálidas en Florida que no sabe como «refrescarla».
Por tanto Kugler ahora está pensando en viajar al oeste, deteniéndose un poco de regreso en Nebraska antes de llevar a Bella a los majestuosos parques nacionales del país, como Yellowstone y Yosemite. Todavía no lo ha planeado con mucho detalle. Todo es parte de la calidez de su larga despedida.
«Seguirnos moviendo y ver el país es una buena excusa para pasar tiempo con mi mascota», dice. Ser espontaneo a veces puede ser un dolor de cabeza, debido a que significa que se debe pasar mucho tiempo «resolviendo donde vamos a dormir», pero también se disfruta una pequeña aventura no planeada.
El mejor regalo
Los doctores le dieron a Bella una esperanza de vida de tres a seis meses el año pasado, pero aunque ella ha sobrevivido mucho más, Kugler sabe que el tiempo se agota. Él dice que hace unas semanas la vio jugando en la playa y que imaginó un final tranquilo para ella.
«Algunos días estoy preparado completamente. La dibujo nadando hacia el océano», dice. «Pero hay otros días en que digo, ¡Dios Mio! No puedo soportar pensar en eso».
Pero sin importar qué pase y dónde pase, él estará con ella. Es parte del trabajo de ser el mejor amigo de Bella.
«Nos hacemos cargo de esos animales, lo que significa que nos haremos cargo de su vida y de su fallecimiento», dice Kugler. «Estar con ellos cuando mueren es el mejor regalo que le puedes dar a alguien».