Alfredo Guevara.-
El uso de la telefonía celular, como de las redes sociales por Internet, debe ser reconocido por la Secretaría de Salud como un riesgo, si se toma en cuenta que además del sedentarismo y adicción, conduce a otros trastornos por afección, mental o psicológica, estrés, depresión y ansiedad.
El presidente de la Comisión de Salud en el Congreso local, Alfonso de León Perales, planteó incluso que otras comisiones legislativas impongan una reglamentación más rígida, tras considerar que el abuso puede incrementar otros aspectos que tienen que ver con las depravaciones, pornografía y voyerismo.
Aun y cuando los legisladores están en condiciones de plantear una iniciativa de ley que regule las redes sociales y el uso de Internet, consideró que dependencias como la Secretaría de Salud debe reconocer como un riesgo a la salud de las personas el uso de esa tecnología que lejos de disminuir va en ascenso, sin importar edad, religión o sexo.
“Es un trastorno que se ha ido incrementando, fomentando al sedentarismo, a la falta de actividad física y eso conduce a trastornos orgánicos, enfermedades crónico degenerativas como hipertensión, diabetes, obesidad y otras, como resultado de que dependencias como la Secretaría de Salud no le dedican atención a un aspecto que está comprobado, propicia enfermedades y accidentes vehiculares”, sentenció.
De León Perales citó que en los últimos días, a todo lo que implica las redes sociales se ha incorporado al sistema de Internet el juego denominado “Pokémon Go”, cuya aplicación registra una tendencia hacia la alza, ocasionando accidentes por parte de los usuarios al momento de ir caminando o conduciendo un vehículo.
El presidente de la Comisión de Salud reiteró que el uso de la telefonía celular como de Internet es adictiva y desarrolla una ansiedad para quienes no cuentan con esa tecnología, algo que es comparativo al adicto que no dispone de cocaína u otro tipo de estupefaciente para drogarse.
Por ello, insistió en que la Secretaría de Salud debe reconocer como un riesgo para las personas, desde menores de edad hasta adultos el uso de la telefonía celular como Internet y establecer medidas que conlleven a la prevención, como a un eventual uso responsable de esa tecnología antes de que siga cobrando víctimas y generando adicción.