CLEVELAND, Ohio, EE.UU. (AP) — Donald Trump prometió el jueves que de llegar a la Casa Blanca detendrá la inmigración no autorizada con la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, al aceptar la candidatura presidencial de su partido con un discurso en el que puso gran énfasis en la seguridad nacional.
«Vamos a construir un gran muro para evitar que la inmigración ilegal, las pandillas, la violencia y las drogas sigan entrando a nuestras comunidades», dijo el empresario neoyorquino desde el podio de la convención republicana. «Los ingresos fronterizos ilegales descenderán. Los detendremos. Ya no ocurrirán mucho. Créanme».
El candidato republicano agregó que, de asumir el cargo en enero de 2017, «los estadounidenses finalmente despertarán en un país en el que se cumplirán las leyes. Vamos a ser considerados y compasivos con todos, pero mi compasión mayor será con nuestros ciudadanos vulnerables».
Trump no se refirió en su alocución de 75 minutos a la propuesta que formulara durante la campaña electoral de deportar a los 11 millones de inmigrantes no autorizados, pero hizo énfasis en los casos de familias estadounidenses cuyos parientes han sido asesinados por inmigrantes sin autorización.
Criticó a la virtual abanderada demócrata Hillary Clinton por presentar propuestas migratorias que describió como «radicales» porque «harán que las escuelas se colapsen, reducirán los sueldos y dificultarán a los inmigrantes recientes salir de la pobreza en que están y harán casi imposible que lleguen a la clase media».
Clinton ha dicho que durante los primeros 100 días de gobierno presentará una propuesta de reforma migratoria y que ampliará la medida anunciada por el presidente Barack Obama en 2014 para proteger de la deportación a cinco millones de inmigrantes no autorizados.
Una coalición de 26 gobernadores republicanos impidió la implementación de ese alivio migratorio al interponer una demanda legal bajo el argumento de que Obama había abusado su autoridad presidencial.
Trump no mencionó explícitamente a México ni a los mexicanos después de que tildara a los inmigrantes de ese país como «criminales» y «violadores» cuando lanzó su campaña en junio de 2015. Tampoco ofreció una disculpa a los votantes latinos por emitir tales comentarios, tal como les habría gustado a algunos delegados hispanos asistentes a la convención.
Adryana Boyne, delegada por Texas, dijo a The Associated Press la mañana del jueves que brindará su apoyo a Trump aun sin la disculpa que a ella le habría gustado escuchar.
«En todas las relaciones personales hay malentendidos y una retórica que se puede usar de forma ofensiva. Puedo pasar por alto eso, pero para mí lo más importante es el crecimiento económico y la seguridad nacional», agregó.
Durante una alocución previa a la de Trump, el jefe policial Joe Arpaio dijo que su «misión más importante» es llevar al magnate a la Casa Blanca.
«Trump construirá el muro, restaurará la ley y el orden para evitar que drogas e inmigrantes ilegales entren a nuestro país», señaló Arpaio con la foto de una cerca a sus espaldas, mientras los delegados lo interrumpían para corear repetidamente la consigna «¡Construye el muro!».
El miércoles, el juez que preside el proceso contra Arpaio por discriminación racial le impuso su primera ronda de sanciones por la decisión del jefe policial de prolongar sus operaciones de vigilancia contra la inmigración no autorizada meses después de que se le ordenara detenerlas.
El funcionario de 84 años de edad se hace llamar «El Jefe Policial Más Estricto de Estados Unidos» y creó su reputación política al ir tras los inmigrantes que están en el país sin permiso.
Los republicanos buscarán alcanzar el 8 de noviembre la Casa Blanca por primera vez desde 2004. El candidato Mitt Romney obtuvo 27% del voto hispano en 2012 frente a 70% que apoyó la reelección de Obama.