noviembre 2, 2024
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julio 22, 2016 | 120 vistas

BERLÍN, Alemania, julio 21 (AP)

El ataque a cuchilladas perpetrado por un refugiado afgano en Alemania ha reavivado el debate sobre la capacidad del país de absorber a migrantes de países del Medio Oriente, muchos de los cuales le guardan rencor a las sociedades occidentales.

Riaz Khan Ahmadzai, de 17 años, atacó a un grupo de turistas hongkoneses con un hacha y un cuchillo en un tren cerca de Wuerzburg, en Baviera, el lunes a la noche, hiriendo a cuatro de ellos y luego a una mujer alemana que paseaba su perro afuera. Dos de las víctimas seguían en condición crítica.

El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el hecho y subió en Internet un video en que el joven esgrime el arma y se declara “un soldado del Estado Islámico”. Sin embargo, las autoridades dicen que el joven, que murió abatido luego de tratar de atacar a los policías, no tenía vínculos reales con ningún grupo terrorista y se había radicalizado solo.

La Alternativa para Alemania (AfD), un partido político que se ha vuelto popular en base a su retórica antiinmigrante, ha esgrimido el ataque como prueba de que la canciller Angela Merkel se equivocó al permitir la entrada de tantos refugiados al país.

Georg Pazderski, un dirigente del AfD, dijo que el ataque demuestra que Alemania está “sentada encima de un peligrosa bomba de tiempo” formada por miles de refugiados.

“Hay que resguardar mejor nuestras fronteras e intensificar la vigilancia sobre los solicitantes de asilo que están dentro del país”, declaró Pazderski. “De lo contrario estaríamos ofreciendo una gentil agradable invitación para que venga otra persona y haga lo mismo”.

El ministro de Justicia advirtió, sin embargo, que no se deben sacar conclusiones prematuras en base al ataque.

“Sería un grave error declarar prematuramente que la integración (de los migrantes) ha fracasado”, indicó el ministro Heiko Maas, en declaraciones al diario alemán Bild. Señaló que la mayoría de los ataques recientes en Europa fueron perpetrados por individuos nacidos o criados en territorio europeo.

“Colocar a todos los refugiados bajo un manto de sospecha colectiva sólo hará más difícil integrarlos”, señaló.

Ahmadzai estaba entre unos 60 mil menores de edad no acompañados que llegaron a Alemania, en medio de un flujo sin precedente de más de un millón de solicitantes de asilo, en mayoría provenientes de Siria, Irak y Afganistán.

Las autoridades han estado prestando servicios especiales a esos menores edad, muchos de los cuales están traumatizados por los conflictos en sus países y su travesía hasta Europa.

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