RÍO DE JANEIRO, Brasil, julio 21 (AP)
La policía de Brasil arrestó a diez de las 12 personas que presuntamente juraron lealtad al grupo Estado Islámico a través de las redes sociales y hablaron sobre posibles ataques durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, informaron funcionarios este jueves.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, indicó a los periodistas en Brasilia que diez sospechosos ya fueron detenidos y estaban buscando a dos más. Las 12 personas son brasileñas y una de ellas es menor de edad. No se informó sobre el género de los sospechosos.
Moraes agregó que la policía actuó porque el grupo había estado hablando sobre el uso de armas y tácticas de guerrilla para potencialmente lanzar un ataque durante los Juegos Olímpicos, que comienzan el cinco de agosto.
“Eran completamente amateurs y estaban mal preparados” para lanzar un ataque, dijo Moraes. “Por ejemplo, hace unos días dijeron que deberían de comenzar a practicar artes marciales”.
Sin embargo, el ministro subrayó que incluso los grupos desorganizados deben de ser tomados en serio.
Los arrestos fueron hechos en diez estados, incluyendo Sao Paulo y Paraná, y no estaba claro si los sospechosos se conocían entre ellos más allá de sus nombres en Internet. Moraes afirmó que no había blancos específicos.
Según Moraes, los sospechosos habían sido “bautizados” como simpatizantes del grupo Estado Islámico en Internet y que ninguno había viajado a Siria o Irak, bastión del grupo, ni recibido entrenamiento alguno. Varios de ellos presuntamente estaban tratando de conseguir financiamiento para el grupo, conocido por sus siglas en inglés como ISIS.
El Ministro de Justicia añadió que uno de los sospechosos se comunicó con una tienda en Paraguay para presuntamente tratar de comprar un fusil de asalto AK-47, lo cual sería la acción más concreta que tomaron para realizar un posible ataque. La comunicación por email fue interceptada por la policía.
La semana pasada, un mando militar brasileño señaló que las preocupaciones de terrorismo “han llegado a un nivel más alto” después de los ataques en Niza, Francia, hace seis días.
La seguridad se ha convertido en la principal preocupación para los organizadores de las Olimpiadas, incluyendo la posible expansión de la violencia en los cientos de barrios pobres. Las autoridades han dicho que estarán preparadas y que unos 85 mil policías y soldados patrullarán las calles durante las justas.
