Paoletti Rodríguez.-
Construida hace más de un siglo, la vieja estación del ferrocarril ha soportado el abandono desde hace más de 15 años que se dio la última corrida de pasajeros, en el año de 1999, después de servir como medio de transporte para muchas generaciones.
De acuerdo al cronista de la Ciudad, la primera locomotora en transitar por esta ciudad lo hizo en el año de 1890 en su largo recorrido desde Tampico hasta la ciudad de Monterrey, donde el trayecto a partir de Victoria tenía una duración de ocho horas, pero debido a lo barato del pasaje, 15 pesos, la gente prefería este transporte, principalmente los campesinos y trabajadores más pobres.
La inauguración de los edificios de la Estación, así como de las oficinas, los talleres, el tanque de agua y los dormitorios de los empleados fue hasta el año de 1898, en aquel entonces al lugar le daba vida los empleados y pasajeros.
Gustavo Adolfo García Paz, cronista de Victoria, recordó que la última corrida de pasajeros del ferrocarril se dio en el año de 1998, desde ese momento la estación fue abandonada y muy deteriorada por pandilleros y viciosos que acudían al lugar, algunos realizaron pintas de mal gusto en el edificio.
“Desde entonces ya no hay jefe de estación como en otros tiempos, ni boleteros, garroteros y maquinistas que le daban vida al inmueble, y claro, menos hay pasajeros, los que eran el alma de la economía del sector”, expuso.
Recientemente el edificio fue pintado, ahora su fachada luce mejor, aunque por dentro continúa estando deteriorado, solamente se encuentra una oficina instalada al parecer de la misma empresa concesionaria, pero sus alrededores lucen desolados.
Si no fuera por las vendedoras de los famosos “taquitos de la estación” o de quienes utilizan el edificio o las vías del tren para realizar sesiones fotográficas a quinceañeras o novios, el lugar estaría completamente olvidado.
DON JAVIER TRABAJÓ DURANTE MÁS DE 30 AÑOS EN LA ESTACIÓN
Por más de 30 años, el señor Javier Hernández Báez trabajó como jefe de patio en la estación del tren, nos cuenta la evolución que tuvo el lugar y lo lamentable que es el olvido al que ha llegado, pues afirma hubo un gran retroceso en la ciudad.
Comenta que la zona en donde ahora está construida la escuela, eran casas propiedad de Ferrocarriles, donde vivía el motorista, el ayudante, y el secretario del supervisor, las primeras viviendas independientes fueron construidas frente a la primaria, aunque ahora unas están deshabitadas y otras ya no son familiares de los propietarios iniciales.
La tradición de las señoras de los “taquitos de la estación”, surge en los inicios de esta estación, cuando el tren llegaba las señoras recorrían en lugar para vender su comida.
“Apenas hace 20 años que vinieron a instalarse aquí las de los tacos, antes eran seis señoras que traían sus bañitos llenos de tacos, y recorrían el lugar para venderlos, o lonches de pollo, de cabrito y cuando llegaba el tren se salían con sus bañitos a vender”, refirió.
Expresó que todo ha cambiado mucho, incluso señala que el cambio ha sido en contra, aunque hace 20 años se reconstruyó el edificio, pero afirma que falta mucho por rescatar el lugar.
Don Javier fue jubilado junto al resto de empleados activos de Ferrocarriles, quienes reciben una pensión de por vida, la relación de pensionados es de 260, tanto del centro como del sur de la entidad.
Actualmente los vagones de ferrocarril transportan principalmente material petroquímico, carbón o metales de exportación.
RESCATE DE ESTACIÓN DEL TREN QUEDÓ EN PROYECTO
Desde la administración pasada, en el área de Desarrollo Social permanece una maqueta de un importante proyecto que se pretendía aplicar en la vieja estación del tren, para convertirla en un punto turístico más de los que hay en la Ciudad.
La intención de este proyecto es convertir el edificio en un museo, aunque la maqueta fue realizada por arquitectos la administración pasada, pero los vendedores que se instalan en esta zona afirman que tienen más de diez años con esa promesa.
Sin embargo, el proyecto continúa en la Dirección de Desarrollo Social, tanto porque no se ha decidido invertir en el proyecto, y porque se desconoce hasta dónde existe un convenio para el uso de este lugar con Ferrocarriles Nacionales de México.
El Cronista refirió que el edificio de la estación está protegido porque forma parte del patrimonio histórico y cultural de Victoria.
En el proyecto se contempla un lugar donde se ofrezca gastronomía típica, pero de manera organizada, con mesas; en el edificio habría un aula de medios donde se tenga una biblioteca, una sala cultural de proyecciones, se utilizarían al máximo las instalaciones.
Sin embargo, no se sabe el futuro de este proyecto o si la siguiente administración pudiera echarlo a andar, ya que los recursos que se requieren para este proyecto son muy elevados y no se considera como una prioridad para el Gobierno.
Mario Arizpe Martínez, director de Desarrollo Social en el Ayuntamiento, señaló que este proyecto y diseño fue enviado por un constructor a la autoridad municipal en el trienio anterior, sin que hasta el momento haya algún avance, porque hay otras prioridades.
El ferrocarril en México hace su aparición en 1837, por órdenes del presidente Anastasio Bustamante, y es en esa fecha cuando brota la vieja estación en esta Capital, en una línea que conectaría Veracruz con la Ciudad de México vía Tamaulipas.