noviembre 5, 2024
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julio 28, 2016 | 122 vistas

BERLIN (AP) — Un grupo de científicos en busca de maneras de curar infecciones resistentes hallaron que hay un antibiótico bastante eficaz justo debajo de la nariz.

En el pasado, los antibióticos se descubrían mediante el examen de distintas muestras de suelo. Pero a un grupo de científicos en Alemania se le ocurrió examinar los gérmenes endógenos al cuerpo humano.

Hallaron que hay bacterias estafilococo aureus en las fosas nasales de aproximadamente el 30% de la gente, lo que les suscitó la interrogante de por qué el otro 70% carece de esa bacteria. Una cepa evolucionada de esa célula, conocida como estafilococo aureus resistente a la meticilina (MRSA), es una de las bacterias resistentes a antibióticos que amenazan la salud mundial.

En un estudio publicado el miércoles por la revista Nature, los científicos revelan que hay otra bacteria en la nariz, llamada estafilococo lugdunensis, que al parecer impide la actuación de la otra bacteria al desarrollar su propio antibiótico.

Andreas Peschel, a microbiólogo de la Universidad de Tuebingen, calificó el hallazgo de «inesperado y asombroso».

Peschel y sus colegas aislaron el nuevo antibiótico, al que apodaron lugdunin, y se lo aplicaron a ratones de laboratorio cuya piel había sido infectada con el estafilococo aureus. Se dieron cuenta que en la mayoría de los casos era eficaz contra la bacteria.

Todavía no se han realizado pruebas para ver si el tratamiento funciona en seres humanos.

Hallar un tratamiento que sea eficaz contra la MRSA sería un logro importante, debido a que se calcula que en diez años morirán más personas por infecciones resistentes que por cáncer, declaró Peschel.

Hasta ahora, el estafilococo no ha logrado adaptarse al lugdunin. «Por razones que desconocemos parece ser muy, muy difícil … para el estafilococo volverse resistente al lugdunin, lo cual es interesante», dijo.

Kim Lewis y Philip Strandwitz, dos científicos de la Universidad Northeastern en Boston que no estaban involucrados en el estudio, advirtieron que lugdunin podría no ser la respuesta apropiada ya podría ser nocivo para la salud humana. Sin embargo, en una columna publicada junto con el artículo sobre el nuevo hallazgo, destacan que el método utilizado por Peschel y sus colegas podría llevar a nuevos descubrimientos.

Peschel dijo que no cree que el lugdunin sea particularmente tóxico pero reconoció que las investigaciones apenas comienzan. Aun si el nuevo antibiótico no resulta apropiado, podría ser modificado, o sus genes más importantes podrían ser trasladados a gérmenes inocuos que se podrían entonces usar para combatir el MRSA.

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