Los médicos sostienen que la leche materna es el primer alimento natural de los niños, un ‘escudo’ que los protege de enfermedades infecciosas y un estimulante para el adecuado crecimiento de su boca y su mandíbula.
Además, afirman, la sustancia promueve su desarrollo sensorial y cognitivo, reduce la mortalidad infantil por enfermedades como diarrea y neumonía y favorece una rápida recuperación cuando los bebés se enferman.
En el mundo son más de 170 países los que le dedican una semana a la lactancia materna desde agosto de 1990, cuando la Organización Mundial de la Salud y el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef).
De acuerdo con información de la primera, prácticamente todas las mujeres pueden amamantar a un bebé y es recomendable que los niños consuman esta leche de manera exclusiva hasta los seis meses y con alimentos apropiados para la edad hasta los dos años o un poco más.
