ANKARA, Turquía, agosto 1 (Notimex)
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, emitió hoy un decretó para reestructurar las Fuerzas Armadas Turcas (TSK), terrestres, navales y aéreas, a fin de evitar otras intentonas golpistas, similares a la ocurrida el pasado 15 de julio.
El decretó, anunciado este lunes en la Gaceta Oficial de Turquía, permite al presidente y al primer ministro recibir información directamente de los comandantes del Ejército y darles órdenes, las cuales se cumplirán de inmediato sin la aprobación de ninguna autoridad.
Bajo el decreto, el primer ministro, los vice primeros ministros, así como los ministros de Justicia, Relaciones Exteriores, Interior y Defensa se unirán al Consejo Supremo Militar (YAS), mientras que las fuerzas de tierra, naval y aéreas quedan bajo control del Ministerio de defensa.
En tanto, la Guardia Costera y el comando General de la Gendarmería estarán bajo el control del Ministerio del Interior y la Academia de Medicina Militar de Ankara y todos los hospitales militares en Turquía quedarán ahora bajo la orden del Ministerio de Salud.
Las academias de guerra, liceos militares y escuelas secundarias que forman suboficiales desaparecen para ser reemplazados por una nueva institución, la Universidad Nacional de Defensa, la cual dependerá del ministerio de Defensa y forma a los oficiales del Estado Mayor.
El viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, dijo este tarde luego de la publicación del decreto, que las reestructuración del Ejército decretada por el presidente Erdogan es para evitar otras intentonas golpistas, similares a la asonada del pasado 15 de julio.
“El objetivo principal de los cambios integrales en el ejército turco es impedir que los militares se conviertan en una plataforma de lanzamiento para futuros intentos de golpe de estado”, afirmó Kurtulmus, según reporte de la edición electrónica del Hürriyet Daily.
En declaraciones a la prensa en Ankara, el subjefe de la jefatura de gobierno destacó que el decreto, emitido al amparo del estado de emergencia vigente en el país, otorgará un mayor control al Gobierno sobre las decisiones militares.
“El primer punto de vista de los cambios es que la autoridad civil será más potente y directa en la relación militar. Es por ello que hemos aumentado el número de civiles en el Consejo Supremo Militar (YAS)”, explicó Kurtulmus.
El segundo objetivo, agregó, será impedir que las fuerzas armadas siendo controlado por una autoridad única, tomen decisiones independientes y el tercero será es diversificar el fondo de los recursos humanos del Ejército turco.
“Somos conscientes de que todavía existe un sistema que crea las bases para los golpes, pero ahora nuestro objetivo es lograr un sistema transparente que nadie dentro de las TSK o fuera pueda utilizar elementos del Ejército, ni siquiera pensar el golpe de estado”, dijo.
La modernización del ejército turco le permitirá fortalecerse en términos generales proveer una mayor seguridad de Turquía en la región, algo que también fomentará una mayor autoridad civil de un país, que busca ser más democrático y transparente, indicó.
Turquía declaró el estado de emergencia el 20 de julio pasado, cinco días después de que un grupo de oficiales militares allanó la oficina de la emisora pública TRT de la ciudad turca de Estambul y anunció tener el control del país, mientras que otros tomaban los edificios públicos.
La asonada militar concluyó en menos de 24 horas, luego de que miles de personas salieron a las calles para expresarse en contra del golpe de Estado, respondiendo al llamado del presidente Erdogan, de defender la democracia.
Aproximadamente más de 13 mil miembros de las fuerzas armadas, la Policía, el Poder Judicial y funcionarios públicos han sido detenidos desde el golpe fallido, mientras que decenas de miles más han sido despedidos o suspendidos temporalmente de sus puestos de trabajo.
Durante un estado de emergencia, el gabinete tiene derecho a emitir decretos legales bajo la Presidencia de la República sin tener en cuenta procedimientos de rutina y las restricciones del artículo 91 de la Constitución, que exigen someterlos al Parlamento para su ratificación.
Más de 230 personas murieron y casi dos mil 200 personas resultaron heridas en las casi 24 horas que duró el intento de golpe de Estado, cuya autoría atribuye el Gobierno turco al clérigo Fetullah Gülen.