diciembre 11, 2024
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agosto 5, 2016 | 120 vistas

Paoletti Rodríguez.-

 

Ante sus escasos recursos económicos, Don Alejandro pide el apoyo para ayudar a su esposa, quien por un padecimiento que desconocen dejó de caminar hace 19 años y constantes dolores de cabeza no le permiten vivir en paz.

Angélica Sánchez Pulido tiene apenas 34 años de edad y permanece postrada en una silla de ruedas y constantes dolores de cabeza que han ido deteriorando su estado de salud, incluso perdiendo su capacidad para hablar bien.

Para pedir apoyo en la zona centro y reunir el dinero que necesita para llevar a su esposa con un médico particular y realizar algunos análisis, el señor Alejandro Ruiz Álvarez se traslada caminando desde la colonia Esfuerzo Popular.

En sector ubicado a las orillas de la ciudad vive junto a su esposa en una pequeña vivienda que les prestó un conocido, pero la única manera de trasladarse es caminando y empujando la silla de ruedas con su esposa hasta el centro.

“Venimos desde la colonia Esfuerzo Popular, yo me canso y la silla ya está bien deteriorada, ella hace 19 años dejó de caminar, pero sí es bien pesado, me paro en ratitos en las sombras para descansar, porque es un trayecto bien largo y el sol está muy fuerte”, indicó.

Expresó que decide llevarla con él para solicitar apoyo porque es posible que la gente no le crea, y si ella misma les explica su situación hay más oportunidades de que la ayuden y puedan conseguir el recurso que deben reunir.

“Los dolores le dan constantes y ahorita viene y que le duele una pierna o se siente mal, ayer vinimos pero no conseguimos nada y hoy otra vez, pero tengo que traerla para que me crean porque luego no me van a creer, y desde allá nos venimos así caminando, porque en el micro no me la puedo traer”, comentó.

 

LUCHA PARA QUE SU ESPOSA MEJORE

Nos cuenta que tuvo que dejar de trabajar para dedicarse a cuidar a su esposa, quien debido a su enfermedad ya no podía estar sola por mucho tiempo y él trabajaba fuera de la ciudad, tan solo podía venir a verla cada 15 días.

Él la atiende en todo lo que necesita, le prepara la comida, y sin importar el cansancio recorre largos tramos empujando de su silla de ruedas para tratar de reunir el dinero para su consulta.

Comentó que tienen una hija que vive con su abuela en Soto La Marina, pero poco la ven y decidieron ya no tener más hijos cuando su salud fue empeorando.

El señor Alejandro expresó que quiere ayudar a su esposa para que recupere su salud, si no puede volver a caminar, por lo menos para que deje de sufrir de dolores de cabeza y conozca la causa por la cual su salud se fue deteriorando.

“Ahorita ya no trabajo porque tengo que cuidarla a ella, no la puedo dejar en la casa sola, porque ella no puede hacer muchas cosas, tengo una hija que vive en la marina con mi suegra, y yo soy el que le hago la comida”.

 

DESDE SU NIÑEZ TENÍA

PROBLEMAS PARA CAMINAR

La señora Angélica nos cuenta que desde su infancia tenía problemas para caminar, pero fue cuando su hija nació que su salud empeoró y sus pies fueron perdiendo movilidad, hasta que ya no pudo caminar más y tuvo que utilizar silla de ruedas.

Sin embargo nunca pudieron tratar su salud ya que no contaban con los recursos necesarios para pagar medicamentos o un médico, tras los constantes y fuertes dolores de cabeza es que deciden intentar que reciba atención.

Añadió que dos hermanos padecieron de lo mismo, aunque nunca se atendieron y desconocen cuál fue la razón de que su salud se deteriorara pero los dos ya murieron, es por esto que junto a su esposo intentan buscar la manera de recuperarse.

“Quiero que ella vea que es lo que tiene, que sepa a que se debe su problema, porque ya tuvo dos hermanos que murieron y también estaban enfermos, pero nunca se trataron, y mi interés es saber qué es lo que tiene, por que surge y si se puede solucionar”, detalló.

 

VIVEN DE LO QUE LA GENTE LES DA

Desde que Don Alejandro dejó su empleo tienen que vivir diariamente con lo que la persona les da, habitan una casa prestada y el dueño los apoya ocasionalmente con despensas, al igual que los vecinos quienes les dan de comer.

Con 51 años de edad él no ha podido regresar para cuidar a su esposa, ya que no hay nadie quien la pueda atender en su ausencia, aunque señala que a su edad es complicado que le den un trabajo.

“El amigo que nos presta la  casa nos ayuda con una despensa, no tenemos nada, estamos en una casa prestada pero tenemos fe que Dios nos puede ayudar y podemos seguir adelante, y yo la apoyo en todo, se lo he dicho que voy a estar apoyándola hasta que encontremos una solución”, indicó.

Esta pareja está tratando de reunir la cantidad de mil 500 pesos para la consulta y estudios que requiere la señora Angélica, pero hasta el momento no lo han conseguir en ninguna dependencia gubernamental o alguna asociación.

Por esta razón piden a la ciudadanía que los apoyen, expresan que cualquier ayuda será de gran utilidad para ellos que pasan por una situación muy complicada.

Si usted desde localizar a Don Alejandro y la señora Angélica, puede encontrarlos en su vivienda ubicada en la Ampliación de la Colonia Esfuerzo Popular, manzana 14, lote uno y dos.

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