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agosto 9, 2016 | 114 vistas

José del Carmen Perales Rodríguez.-

Doña María de los Ángeles tenía pocos minutos de haber entrado a ese atiborrado almacén distribuidor de material educativo y todo tipo de papelería, apenas preguntó por el precio de los cuadernos profesionales de cien hojas y tras la respuesta tomó a su hija Martha y buscó de inmediato la salida.

Fuera del establecimiento buscó un espacio para ponerse a platicar con su hija sobre los precios, hacían cuentas sobre lo que se podría gastar ahí y le propuso regresar a donde habían visto algunos útiles un poco más baratos.

– “Mejor los compramos allá por el mercado, son como tres pesos de diferencia y hasta me puede alcanzar para otras cosas, como borradores, lápices, sacapuntas…”, le comentó a Martha, que el próximo 22 de agosto iniciará la educación secundaria.

Al entablar conversación, la señora comenta que tiene tres hijas: Martha que iniciará la secundaria, Luisa que cursará el tercer año en bachillerato y Ángelas, la mayor, que estudia la licenciatura en sistemas.

“Este año está más difícil, haciendo cuentas así nomás creo que voy a gastar como cuatro mil 500 pesos entre útiles, zapatos, tenis y uniformes de la secundaria, mi hija para la preparatoria usará los del año pasado y la que va a la universidad no necesita”, comenta, y refiere que eso significa 50 por ciento más porque antes del ciclo pasado gastó tres mil pesos.

Pero de pronto recuerda, “bueno será más porque en las tres tengo que pagar a la escuela”, al mismo tiempo que adelanta que ya está en proceso su solicitud de trabajo, “me tengo que poner a trabajar para ayudarle a mi esposo que es el único ingreso que tenemos en la casa, cada vez está todo más caro”, señala.

Como doña María de los Ángeles, este lunes cientos de padres victorenses comenzaron a comprar los útiles escolares, algunos sólo fueron a checar precios para hacer cuentas, como don Álvaro, que en confianza confesó que la presión se debía a que su esposa no quería verse apurada forrando cuadernos.

“Esta semana tengo que comprarlos porque el sábado y domingo se quiere poner a forrarlos, pero ando viendo precios para comprar sobre todo los cuadernos… aquí valen 11.90 pesos y por el mercado están a 8.50, mejor voy allá y regreso por lo que no venden allá, es que no traigo mucho porque no han pagado”, comenta.

-¿Ha pensado en empeñar algún aparato o joyas para completar el costo de los útiles?, se le pregunta.

“Hasta ahorita no, pero si me veo apurado con los uniformes no me va a quedar de otra, porque como quiera el uniforme es un ahorro pues no tienen que llevar ropa diferente cada día y con dos cambios hacemos”.

De acuerdo con distribuidores y fabricantes de uniformes, el costo se elevó alrededor de un 25 por ciento con respecto al año anterior sobre todo las playeras, por el incremento en los combustibles y la electricidad, pues los materiales son traídos de otros estados y para la confección se utilizan equipos que trabajan con energía eléctrica.

Por lo que respecta a los útiles escolares, sobre todo los cuadernos, la lista para alumnos de nivel primaria y secundaria incluye al menos ocho de tamaño profesional de cien hojas, a lo que se añade el forrado y etiquetado de éstos y de los libros de texto que les serán entregados en la primera semana de clases.

 

ESPERAN 30% MÁS PIGNORANTES

“Hasta el momento no hemos tenido un incremento en el número de pignorantes, arrancamos esta semana de forma normal, pero creemos que antes del viernes o el fin de semana podría haber más afluencia y de ahí para adelante”, comenta el encargado de una sucursal de la Fundación Dondé, que pide el anonimato.

Añade que sobre todo en estas fechas es cuando tienen más movimiento, porque las personas no quieren que a sus hijos les falte nada para ir a la escuela, “calculo que para antes de que termine la semana haya 30 por ciento más personas que soliciten un préstamo dejando algún artículo en garantía, por lo que ya estamos preparados”.

Comenta que como padre de familia sabe que nadie quiere que sus hijos acudan a la escuela con carencias, “sobre todo que vayan presentables con su uniforme completo y sus zapatos nuevos o en buen estado”.

Finalmente, dijo no tener a la mano una cifra de los recursos que se llegan a prestar en esta época, “es variable pero en la mayoría de los casos las personas prefieren empeñar una sola cosa con suficiente valor que dejar varios, los cuales casi siempre recuperan a los dos o tres meses”.

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