Shalma Castillo.-
«No es justo que estar cotizando durante 30 años, ahora venga a consulta y no haya medicamentos, soy jubilada y hasta ahora vengo atenderme aquí».
La derechohabiente del Issste dijo que la doctora que la atiende le cambió el medicamento, porque el que siempre le recetaban, “está muy caro” y ya no surten de ese.
“Me recetaron uno nuevo que no conozco, a ver si me cae bien, es la primera vez que lo voy a tomar”, indicó.
Pero además de ello, tampoco pudo lograr que le surtieran la receta completa, ya que algunos de los medicamentos que requiere, estaban agotados.
“Me faltó el medicamento de la piel porque no lo tienen, yo padezco problemas crónico degenerativos y presión alta, siempre he batallado con las medicinas, yo lo que veo es que como es posible que el Seguro Popular sí esté dando el telmisartan que dicen que es muy caro, cuando se supone que el Seguro Popular no tiene tantos recursos”, enfatizó.
Entre otras de las complicaciones que esta, como otros derechohabientes pasan, son las famosas fichas para poder pasar a consulta.
“En las consultas batallo porque yo no tengo computadora y la llamada para sacar cita no es gratuita, y cuando vengo aquí para ver si alcanzo cita para la tarde, no hay, se agotaron, dan como 25 fichas por día y yo vivo al otro extremo de la ciudad”, estableció.
Agregó que el medicamento que ella necesita, cuando no lo tienen en farmacia, lo tiene que adquirir de manera particular, lo cual invierte 400 pesos por dos cajas que son las que necesita.
Pese a que se buscó obtener información por parte del director de la clínica, Juan Sebastián Wong Martínez, adujo que estaba en una reunión.
A través de su secretaria, mandó decir que toda la información debería ser solicitada a través del área de Comunicación Social del Issste en la Subdelegación y no ahí.
Cuando hace apenas un mes, el referido funcionario que fue exhibido públicamente de supuestos desvíos de recursos a través de contratos para la compra de medicamentos, no necesitó de Comunicación Social del Issste para defenderse de esos señalamientos.
Los intentos por mejorar el servicio de atención a los derechohabientes en el Issste, no mejoran, en algunos casos se tienen que esperar hasta un mes para ser atendidos.
“El personal siempre anda de mal humor, o son de ganas, también se tardan para dar ficha, cuando es por teléfono a veces no tardan tanto tiempo, después también no encuentran los expedientes”, señaló otro paciente.