DAMASCO, Siria, agosto 10 (Notimex)
La batalla por el control de Alepo, en el norte de Siria, continuó hoy con nuevos enfrentamientos, en los cuales tanto el régimen sirio como los rebeldes aseguran estar defendiendo sus posiciones en la disputada ciudad.
Aunque la confrontación armada entre las fuerzas gubernamentales y los opositores armados tiene lugar en todo el país, la lucha se ha centrado en los últimos días en Alepo, hasta donde las partes en conflicto han enviado miles de refuerzos.
Este miércoles las tropas sirias y sus aliados, con el respaldo de los aviones rusos, centraron sus esfuerzos en la parte sur de Alepo, donde los rebeldes recientemente abrieron un corredor hacia el sector este de la ciudad que está bajo su control.
Los refuerzos de las fuerzas sirias están tratando de evitar por tierra el arribo de rebeldes adicionales a Alepo, así como de impedir que se les suministren armas y municiones a través del sureste de la ciudad.
Según el régimen sirio, la situación para los rebeldes en la ciudad sigue siendo difícil a pesar de que se han estado acumulando militantes fuertemente armados en la última semana, aproximadamente han alcanzado los siete mil hombres.
En ese sentido, el Ministerio de Defensa de Rusia informó este miércoles que en menos de una semana los rebeldes han perdido más de mil combatientes, siete tanques, ocho vehículos blindados, 29 piezas de artillería y 85 automóviles con armas montadas.
Los opositores armados, por su parte, aseguraron que continúan resistiendo los embates del ejército sirio y defendiendo todo el este de la ciudad que controlan desde 2012, así como el territorio recién capturado en Alepo.
Rechazaron además las afirmaciones de que las fuerzas sirias y sus aliados combatientes del grupo chiita libanés Hezbolá, militantes pro gubernamentales, grupos iraníes y fuerzas rusas, les hayan arrebatado áreas en su poder.
La disputa armada por el control de Alepo se ha recrudecido debido a la determinación del régimen sirio de expulsar a los rebeldes de esa ciudad que alguna vez fue centro económico del país y ahora está devastada.
Alepo está dividida entre las fuerzas gubernamentales en poder del oeste de la ciudad y los rebeldes que ocupan el este, desde que comenzaron los enfrentamientos por el control de la ciudad a mediados de 2012.
Se estima que hay aproximadamente 1.2 millones viviendo en el oeste gubernamental y unas 300 mil personas en el este rebelde, éstas sin electricidad, agua, alimentos y medicinas, por lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido una pausa humanitaria.
Damasco asegura sin embargo que los siete corredores humanitarios en Alepo permanecen abiertos durante todo el día para permitir el paso de civiles que quieran abandonar la ciudad y de rebeldes que deseen deponer las armas.
