diciembre 12, 2024
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agosto 13, 2016 | 95 vistas

RÍO DE JANEIRO, Brasil, agosto 12 (AP)

Aseguró la primera medalla de Puerto Rico en el tenis. Y ahora va por el primer oro de su país. Mónica Puig no se cansa de hacer historia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Puig alcanzó la estatura de leyenda puertorriqueña al vencer este viernes por 6-4, 1-6, 6-3 a la checa Petra Kvitova en las semifinales de los Juegos de Río, y así quedar a ley de un triunfo de una inédita medalla dorada para la isla.

“Estoy muy contenta por la medalla, pero sé de qué color la quiero”, dijo Puig con el ánimo por las nubes. “Tengo posibilidades de ganar oro porque estoy jugando muy bien”, apuntó la nacida en San Juan.

La joven de 22 años soltó la raqueta y dio un brinco de emoción cuando definió el que hasta ahora fue el partido más difícil de su trayecto olímpico, en el que ya aseguró ser la primera mujer que gana un metal por Puerto Rico.

La cosecha boricua en Juegos Olímpicos se limita a dos platas y seis bronces.

“Este no es un logro de Mónica, sino de todo Puerto Rico”, apuntó.

Su rival en la final de este sábado será la ganadora del duelo entre la alemana Angelique Kerber, segunda preclasificada, y la estadounidense Madison Keys (7).

En el primer partido entre ambas, la checa pareció imponer en el inicio su ranking (14mo del escalafón) y más experiencia con potentes derechazos desde la raya. Kvitova, que lideró a su país en la conquista de cuatro títulos en la Copa Federaciones, tomó rápido una ventaja 3-0 con quiebre de saque, el primero que sufrió Puig en el torneo.

Tras el descanso, Puig (34 del mundo) reescribió el guión del set inicial. Atrás quedaron los nervios y se puso otra vez en partido con dos quiebres del servicio de la checa de 26 años para dominar el set 6-4.

Al grito de “Mónica, Mónica” que bajó desde las tribunas, la boricua salió con determinación al set decisivo, que la tuvo 2-0 arriba. Pero una racha de dos dobles faltas le permitieron a Kvitova quebrarle el servicio, que luego confirmó con el suyo para poner las cosas iguales.

El momento decisivo de la manga, Puig quebró a la checa para 4-2 pero no pudo defender el suyo al game siguiente. En el punto más peleado del partido, la derecha implacable de la boricua desde el fondo le dio el control del game para quedar arriba 5-3.

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