José del Carmen Perales Rodríguez.-
En promedio en un convivio familiar se utilizan alrededor de 50 platos y otra cifra similar de vasos desechables elaborados de unicel, sin embargo la cifra más alarmante del uso de este material que tarda hasta mil años en degradarse, se da en establecimientos que expenden comidas o bebidas para llevar.
De acuerdo con datos oficiales una persona llega a utilizar alrededor de 150 bolsas de plástico o del súper por año, mientras que la producción nacional anual de unicel es de aproximadamente 60 mil toneladas, en ambos casos su desintegración tarda entre 150 y mil años.
Al respecto el secretario de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), José Luis Pariente Fragoso, comenta que la situación que afecta directamente al medio ambiente se agrava al no existir una cultura de separación de residuos.
“Para la Universidad una línea importante en la que estamos enfocados es en el cuidado del entorno y el manejo adecuado de los residuos, todavía no tenemos siquiera una cultura de separar los residuos como ocurre incluso en los hogares en otros países”, comenta.
Pariente Fragoso comenta que en muchos estados del país como por ejemplo en Chiapas, desde hace muchos años ya hay esa cultura de separar los residuos en orgánicos e inorgánicos, lo que no ocurre en Tamaulipas.
“Tenemos en el estado un uso excesivo y muy poco consciente del unicel, que es un material muy peligroso porque no es biodegradable al tardar muchos años en ese proceso. Aquí la gente consume excesivamente unicel en comidas y bebidas”, alerta.
En ese sentido el funcionario de la UAT comenta que están tratando de crear conciencia para que ya no se utilice, sin embargo admite que hace falta educación ecológica para avanzar en este tema.
“Hay que empezar desde los más pequeños porque muchos de los grandes ya no tenemos mucho remedio, por lo que esta conscientización debe comenzar desde los primeros años que acude un niño a la escuela”, puntualizó.