BUENOS AIRES, Argentina, agosto 15 (Notimex)
La ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó a contrarrestar las múltiples causas judiciales que la acosan con denuncias por difamación en contra de políticos o periodistas.
Desde que Fernández de Kirchner dejó el cargo el pasado nueve de diciembre, los procesos en su contra avanzaron y hasta ahora está implicada en cuatro casos importantes que la podrían llevar a juicio.
El primero fue el llamado “dólar a futuro”, un caso iniciado el año pasado, cuando el Banco Central vendió dólares por anticipado a un precio oficial y bajo, pero el valor de estas divisas se incrementó en diciembre, ante la brusca devaluación decretada por el presidente Mauricio Macri.
Esto permitió que quienes compraron dólares “a futuro” a un precio promedio de diez pesos por unidad, ahora puedan cobrarlos a una cotización de entre 14 y 15 pesos, diferencia que debe pagar el Estado, lo que provocó pérdidas superiores a los 300 millones de dólares.
Por este caso, el juez antikirchnerista Claudio Bonadío procesó a Fernández de Kirchner, al ex ministro de Economía Axel Kicillof y al expresidente del Banco Central, Alejando Vanoli, y les impuso los cargos de “administración fraudulenta”.
El fiscal Guillermo Marijuan, en tanto, solicitó que la ex presidenta sea imputada del delito de lavado de dinero que se investiga en una causa en la que el principal acusado es Lázaro Báez, empresario que fue uno de los principales contratistas del Estado durante el kirchnerismo.
Báez, quien está preso y acusado de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, fue amigo personal del fallecido expresidente Néstor Kirchner, y ya reconoció que la relación con su viuda y sucesora no fue fluida.
Un tercer proceso todavía más complicado para la ex presidenta es el llamado “caso Hotesur”, en el que es investigada por supuesto lavado de dinero a través de una maniobra en la que los hoteles de la familia Kirchner eran alquilados a Báez y a otro empresario llamado Cristóbal López.
Por último está la causa de “Los Sauces”, una sociedad de la familia Kirchner que realizaba operaciones inmobiliarias con la empresa de Báez, misma que registra irregularidades financieras.
Mientras todas estas acusaciones avanzan, Fernández de Kirchner decidió pasar a la ofensiva y, además de acudir a los tribunales como acusada, ahora lo está haciendo como demandante.
Así ocurrió ya en dos audiencias que protagonizó en las últimas semanas a partir de las denuncias que interpuso en contra de la diputada Margarita Stolbizer y el periodista Eduardo Feinmann.
Stolbizer está acusada de formar parte de una maniobra a través de la cual recibe, de manera indebida, información judicial sobre Fernández de Kirchner por parte del juez Bonadío, y luego presenta denuncias que provocan escándalos mediáticos y que deben investigar este u otros magistrados.
Feinmann, en tanto, calificó públicamente a la ex presidenta como “coimera”, es decir, que recibía sobornos, lo que tendrá que demostrar para evitar un juicio penal.