CIUDAD DE MÉXICO, agosto 15 (Agencias)
A los empresarios del país les preocupa que el debilitamiento en la economía que ya se asoma en esta segunda mitad del año, se extienda para el 2017 y de manera gremial afinan un paquete de acciones conjuntas con el Gobierno federal, estatal y municipal para impulsar la reactivación económica una vez que el conflicto magisterial concluya.
Los empresarios prevén apoyar a empresarios y ciudadanos a recuperarse, pero también a las finanzas públicas.
“Estamos todos juntos en el sector empresarial afinando un paquete de acciones conjuntas entre la iniciativa privada, el Gobierno federal y los estados y municipios, para impulsar la reactivación económica una vez que termine el conflicto y así apoyar a las empresas y a los ciudadanos en su recuperación”, dijo este lunes Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su mensaje semanal, el líder empresarial señaló que existen alternativas y márgenes de maniobra para mejorar el entorno e impulsar un mejor desempeño de la economía para el corto y mediano plazo a través del recorte al gasto y el uso eficiente de los recursos y de incentivos, simplificación y ajustes a la carga administrativa de las empresas.
El paquete económico para 2017 tiene que enviar señales claras de responsabilidad, de confianza y sinergia también con los agentes económicos.
En voz del presidente de la máxima cúpula empresarial, la iniciativa privada destaca la necesidad de corregir de forma contundente el déficit primario, de hecho tendría que haber un superávit primario.
En el caso del déficit público, se ha anunciado un esfuerzo importante de recortarlo a un tres por ciento en el 2017 pero consideran que no es suficiente.
“Debemos bajar el gasto en niveles de hasta 300 mil millones de pesos para 2017, pero con ahorros y reducciones en áreas no fundamentales, a fin de liberar recursos para la inversión, gasto social eficiente y la amortización de la deuda, para no tener que pedir prestado para pagar los intereses de nuestra propia deuda”, dijo.
Por el lado de los impuestos alertó la necesidad de propiciar la liberación de recursos para el ahorro, la inversión, la creación de empleos y el consumo privado.
“Esperamos también que puedan implementarse incentivos, simplificación y ajustes, así como mejoras operativas que disminuyan la carga administrativa de las empresas y de los contribuyentes ciudadanos”, sugirió.
Las perspectivas de la economía en esta segunda parte del año se han deteriorado. Por el lado del mercado interno, el consumo da señales de estancamiento con una perspectiva de una inflación; la fuerte depreciación del peso ya está dejando sentir sus efectos a lo que se suma las alzas en los precios de gasolinas y luz.
En el comercio exterior, la economía de Estados Unidos en la parte manufacturera está en desaceleración.
“México tiene una posición de gran vulnerabilidad ante un eventual empeoramiento en la economía global. No sólo por nuestra exposición como economía abierta, sino también porque tenemos importantes flancos débiles propios, que es necesario atender y solventar con oportunidad. En este sentido, los síntomas de debilidad interna siguen acumulándose”, expuso Castañón.