RÍO DE JANEIRO, Brasil, agosto 16 (Notimex)
El mexicano Alberto Álvarez cumplió con su histórico pase a la final en salto triple de los Juegos Olímpicos Río 2016, donde finalizó noveno tras ser el primer atleta en representar al país en una prueba de campo.
El mexicano logró en su mejor intento 16.56 metros para el noveno puesto, en tanto que el estadounidense Christian Taylor fue el ganador con 17.86 metros, seguido de su compatriota Will Claye, con 17.76, y del chino Bin Dong, con 17.58.
Álvarez rompió este martes con esa racha de muchos años y lo tuvo que hacer en América, en el Estadio Olímpico, donde se midió a los grandes exponentes de la especialidad. Fueron tres saltos que quedaron marcados en el libro de la historia mexicana.
El quintanarroense, que ingresó al atletismo de campo en esta modalidad gracias a su padre, arrancó el primer ejercicio con 16.26 metros, luego continuó con 16.56 y finalizó su actuación con 16.47, por lo que fue el segundo salto el que lo puso en el noveno lugar.
Durante la prueba mostró su carácter para salir avante, incluso, el presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), Antonio Lozano, consideró que el saltador estaba para estar entre los diez mejores.
“Más allá de lo histórico, Alberto está muy motivado por estar en este escenario, creo que puede hacer grandes cosas y eso ya es ganancia porque es un joven concentrado y con ganas de sobresalir”, comentó del sexto sitio en la Universiada Mundial de Corea del 2014.
Mencionó que Alberto Álvarez, de 25 años de edad, tiene la marca nacional de 16.99 metros, y en este evento carioca registro menos.
El quintanarroense ingresó al libro de atletismo mexicano al ser el primer mexicano en competir en una prueba de este tipo.
Al terminar su participación, Álvarez se mostró contento por llegar a la final olímpica de salto triple, prueba en la que el atletismo mexicano jamás había figurado a nivel mundial.
“Estar aquí (Juegos Olímpicos) ya es importante y pasar a final es aún más, independiente de las marcas que se den todos estamos en las mismas condiciones, unos estamos muy bien y otros no tanto, y eso no desmotiva, sino al contrario”, mencionó.
Añadió que lo conseguido en Río es motivo para seguir con el trabajo a futuro, para no llegar a los eventos internacionales solo con expectativas, sino con la convicción de ocupar una buena posición en la prueba.
El saltador quintanarroense, pero que representa a Nuevo León, sostuvo que para llegar con mejor panorama se debe tener un plan de trabajo de tres años y no de cinco meses, que aunque fue corto, se llegó lejos en este tiempo.
“Con uno o dos años en que terminemos de conocernos se podrán lograr cosas mejores”, abundó.