BERLÍN, Alemania, agosto 19 (Notimex)
Turquía quiere unirse a la Unión Europea (UE) en un plazo máximo de seis años, afirmó el embajador de ese país en Bruselas, Selim Yenel, en una entrevista realizada para el diario alemán “die Welt”.
El embajador turco calificó de “inaceptable a largo plazo” el rechazo de la adhesión a la UE. Un hecho que la gran mayoría de la prensa alemana recogió este viernes en titulares.
“El Gobierno turco quiere unirse a la UE antes de 2023”, dijo Yenel, una fecha que al parecer ya había sido marcada por el presidente Recep Erdogan años atrás y que cuenta con un especial significado, ya que la República de Turquía cumplirá para entonces cien años.
Calificó la adhesión a la UE de “muy importante para nosotros” y aseguró que haría aumentar, según estimaciones previstas, las normas en Turquía en todas las áreas, no solo en cuestiones políticas y económicas, sino que también ayudaría a proteger la salud y al consumidor.
De acuerdo con los reportes de prensa, Yenel ha pedido más apoyo después del golpe de Estado sufrido en su país y ha declarado que tiene sus dudas de que los turcos puedan conseguir el visado, incluso si Turquía cumpliera con todos los requisitos.
Durante la entrevista aseguró: “no es improbable que los gobiernos de la UE y el Parlamento Europeo se opongan a una liberalización de los visados, a pesar de que la Comisión Europea ha dado el visto bueno”.
“Para evitar que esto suceda”, dijo, “necesitamos a Alemania y a otros Estados”.
Las relaciones entre Ankara y la UE se han tensado desde que se produjo el fallido golpe de Estado en Turquía en julio pasado. Un incidente que provocó decenas de miles de despidos y detenciones, además, de una línea más dura, contra los medios y la oposición al Gobierno, tanto reales como sospechosos.
Erdogan se ve a sí mismo como un gran actor en la lucha contra los terroristas. Un punto de vista que difiere del de Occidente, ya que, al parecer, existe el temor de que dicho país desarrolle una dictadura a vista de cómo se están sucediendo las cosas.
A pesar de ello, Turquía espera ahora que la canciller federal alemana, Ángela Merkel, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; el presidente de la Comisión Europea, Jean-Calude Juncker, o la Presidencia eslovaca de la UE visiten el país para mostrar que han entendido la supuesta “democracia” que salvó Turquía.
Para el diplomático turco, Occidente debe dejar de condenar las acciones autoritarias de Erdogan y mostrar solidaridad. “Erdogan ha salvado la democracia” ha dicho sin reparo, y se ha referido a las manifestaciones de millones de personas después del golpe.