RÍO DE JANEIRO, Brasil, agosto 21 (Notimex)
La ciudad brasileña de Río de Janeiro se despidió del mundo en medio del recuerdo de su pasión por el deporte para entregar la estafeta a Tokio, que en el 2020 tendrá la oportunidad de mostrar su grandeza tecnológica con los Juegos Olímpicos.
El mítico estadio Maracaná y miles de personas en todo el mundo fueron testigos del apagado del fuego del pebetero olímpico de Río 2016, ante el canto romántico, nostálgico de Mariene de Castro.
Mientras la escultura quinética creada por Anthony Howe para acoger la llama Olímpica en los Juegos de Río 2016 giraba, era bañada por agua para disminuir el fuego hasta que se apagó totalmente, para provocar los aplausos y finiquitar el adiós de Río 2016.
Atrás quedó la alegría brasileña, la cultura que hace única a Brasil y desde luego el calor de su gente que dio abrigo a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Basado en un concepto similar al que se mostró en la ceremonia de apertura con su mosaico cultural, reiteró que Brasil ha hecho historia.
Los deportistas que son la razón de ser de estos juegos, pisaron por última vez la cancha del estadio Maracaná bajo el estilo de la intérprete Carmen Miranda y México no fue la excepción en donde María del Rosario Espinoza dejó parte de su historia al conseguir su tercera medalla olímpica.
Además de la gimnasta estadounidense, Simone Biles, quien se agenció cuatro medallas, entre otros competidores que dejaron sudor y esfuerzo en cada uno de los escenarios.
Y la herencia cultural de Brasil con su arte y su enigmático valor de sus etnias fueron mostrados una vez más en esta ocasión. Así como el elemento (barro) con el cual se forjó su gente y que moldeó su manera de ser.
Los “héroes” olímpicos fueron recordados con sus mejores momentos y cada uno en el preciso instante cuando cruzó la meta. Por lo que se premió a los medallistas de maratón, el keniano Eliud Kipchoge (2:08.44), el etíope Feyisa Lilesa (2:09.54) y del estadounidense Galen Rupp (2:10.05).
Kipchoge hizo que el Maracaná se estremeciera cuando recibió la medalla de oro de manos del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, y es que la prueba de Maratón tiene un significado especial en los Juegos Olímpicos.
Y luego la entrega de la estafeta, la bandera Olímpica. El alcalde de Río, Eduardo Paes, a Thomas Bach, del COI; y éste a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
Tokio 2020, ciudad que ha sido históricamente anfitriona de eventos deportivos, valora el deporte y además mostrará su infraestructura deportiva y que será de capaz de elevar al máximo el evento.
“Arigato” (gracias) a la gente de todo el mundo por permitir que Tokio albergue, por segunda vez, unos Juegos Olímpicos. “Arigato” por ser Río 2016 unos maravillosos juegos.