MÉXICO.- Estar cansado después de trabajar puede ser considerado como algo «normal», sin embargo, sentirte aletargado y fatigado todo el tiempo, puede ser algo que necesites observar con mayor detenimiento.
Existen diversos factores que pueden hacerte sentir fatal, aun después de haber descansado “lo suficiente” el fin de semana. Y aunque no está demás consultar a tu médico, el problema puede radicar en pequeños aspectos de tu vida diaria.
Estos son algunos hábitos que pueden hacer que te sientas agotado y que llegar “fresco” a trabajar en lunes sea casi imposible.
- Descuidar tus ojos
Tener la mirada cansada por el brillo de tu monitor provocará que tu cuerpo y mente se agoten más rápido.
Trata de configurar el brillo y contraste para que puedas ver con claridad y sin esfuerzo. Considera que la intensidad debe similar al resto de la luz ambiente. Esto te ayudará a estar más relajado.
- Usar tus dispositivos antes de dormir
Pese a que este hábito no se realiza en la oficina como tal, ver las últimas notificaciones en Facebook o sucumbir ante un capítulo más de tu serie favorita de Netflix antes de dormir puede tener un gran impacto en cómo te sentirás al día siguiente.
Varios estudios han advertido que la luz que emiten las pantallas de tus dispositivos afecta la calidad de tu sueño. Así que mejor dedica esas horas de descanso a realmente dormir o relajarte con alguna actividad que a la larga no termine cansándote más.
- Trabajar “demasiado”
El temor a ser improductivo, no ser capaz de dejar a un lado tus pendientes, buscar algo más que hacer en tus días de descanso, nunca estar satisfecho con tu trabajo y el de los demás; podrían ser síntomas que indiquen que tienes adicción al trabajo.
Si acostumbras hacer algo de lo mencionado, es fácil entender por qué te puedes sentir exhausto mentalmente e incluso físicamente, ya que podrías experimentar también insomnio y estrés.
- Tener una mala postura
Además de estar sentado por mucho tiempo, tener una posición incorrecta provoca tensión en todo tu cuerpo y por lo tanto gastarás toda tu energía.
Mantener una buena postura ayudará a que todos tus músculos estén más relajados y puedas conservar tus fuerzas.
- No darte tiempo para descansar
Si eres de los que dedican todo su tiempo en la oficina es estar frente a la computadora y sólo te das la oportunidad de ir a comer algo, estarás más fatigado y sobre todo serás menos productivo.
Aunque parezca contradictorio, dedicar algunos minutos de descanso, de manera constante, te ayudará a sentirte más activo, relajado y sobre todo tu desempeño será mejor. Además tus ojos también podrán descansar de la luz de la pantalla, como mencionamos anteriormente.
- Tener tu oficina desordenada
Cuando tu escritorio está lleno de papeles y objetos que no estás usando al momento de trabajar, es más difícil concentrarte debido a que recibes información visual que necesitas procesar todo el tiempo y te roba energía cognitiva.
Así que dedica unos minutos a mantener tu lugar de trabajo limpio y ordenado. Te hará sentir más relajado y tu productividad aumentará.
- No beber agua
Mantenerte hidratado es un elemento clave para evitar la fatiga. Durante tus descansos puedes dedicarlos a beber un vaso de agua.
- Ignorar la depresión estacional
Algunas personas tienden a experimentar cambios de estado de ánimo durante diversas temporadas del año.
La más conocida es durante el invierno, donde la falta de luz solar puede provocar este desorden afectivo. Aunque es diferente a la depresión clínica, y los síntomas varían, se presenta ansiedad, irritabilidad, fatiga y cansancio mental.
En tanto, existen personas que también pueden experimentar esta sensación durante el verano.
Aunque no es un hábito como tal, es común que este tipo de depresión sea confundida por otros malestares y no se trate debidamente. En el caso de la depresión invernal, es recomendable minimizar estos síntomas al exponerse a luz solar o lámparas que emita luz cálida.
