EL CAIRO, Egipto (AP) — La cruzada global de WikiLeaks para exponer secretos gubernamentales está causando daños colaterales a la privacidad de cientos de personas inocentes, incluyendo sobrevivientes de abusos sexuales, niños enfermos y personas con problemas mentales, según halló The Associated Press.
Solo en el último año, el grupo radical pro transparencia ha publicado historiales médicos pertenecientes a decenas de ciudadanos de a pie, mientras cientos más han visto como información sensible familiar, financiera o datos de identidad salían a la web. En dos ejemplos especialmente flagrantes, WikiLeaks nombró a dos adolescentes víctimas de violación. En un tercer caso, la web hizo público el nombre de un ciudadano saudí detenido por ser gay, una revelación grave ya que la homosexualidad está penada con la muerte en el ultraconservador reino musulmán.
«Lo publicaron todo: mi teléfono, dirección, nombre, detalles», apuntó un hombre saudí que dijo a la AP que quedó desconcertado cuando WikiLeaks reveló los detalles de una disputa de paternidad con una expareja. «Si la familia de mi mujer vio esto (…) publicar información personal como esa puede destruir a las personas».
La publicación masiva de datos personales de WikiLeaks choca con sus afirmaciones de que protege la privacidad, a pesar de haber hecho público el funcionamiento de gobiernos internacionales, y recibió críticas de sus aliados.
Los intentos por contactar con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no obtuvieron respuesta y las preguntas realizadas en la web no habían sido contestadas a primera hora del martes. Según la plataforma, su misión es que materiales censurados o de acceso restringido «sobre guerra, espionaje y corrupción» sean accesibles al público, y describe la gran cantidad de información acumulada hasta el momento como una «biblioteca gigante de los documentos más buscados del mundo.
La biblioteca crece rápido, con la incorporación de medio millón de documentos del Comité Nacional Demócrata de Estados Unidos (DNC, por sus siglas en inglés), el partido que gobierna Turquía o el Ministerio de Exteriores saudí en el último año. Pero los archivos están llenos también de datos dudosos, incluyendo virus informáticos, spam y un compendio de registros personales.
Solo los cables diplomáticos saudíes contienen al menos 124 historiales médicos, según una muestra analizada por la AP. Algunos son de pacientes con patologías psiquiátricas, menores gravemente enfermos o refugiados.
«Esto no tiene nada que ver con la política o la corrupción», dijo Nayef al-Fayez, doctor en la capital de Jordania, Amán, que confirmó que los datos de un paciente con cáncer cerebral fueron publicados en el cibersitio. Adnan Salhab, un médico jordano retirado, mostró su enfado al enterarse de que el historial de uno de sus pacientes estaba entre las revelaciones.
«Lo que ha pasado es ilegal», manifestó en una entrevista telefónica. «¡Esto es ilegal!».
La AP, que se abstiene de publicar datos identificativos de la mayoría de los afectados, contactó con 23 personas — la mayoría en Arabia Saudí — cuya información personal quedó expuesta. Algunos desconocían lo sucedido; WikiLeaks está censurado en el país. Otros no dieron importancia a la información mientras que varios se mostraron horrorizados.
Una de las afectadas, una mujer saudí con una discapacidad parcial que se endeudó en secreto para ayudar a un familiar enfermo, dijo estar devastada. Había ocultado su situación a los miembros de su familia.
«Esto es un desastre», dijo en una llamada telefónica. «¿Qué pasa si mis hermanos, vecinos, la gente que conoce o la que no ve esto? ¿De qué vale publicar mi historia?».
Los historiales médicos están ampliamente considerados como la información más íntima de una persona. Pero la AP halló que WikiLeaks también publica habitualmente registros de identidad, números de teléfono y otros datos que pueden ser utilizados por delincuentes.
Los archivos del DNC publicados el mes pasado incluían más de dos docenas de números de la Seguridad Social y tarjetas de crédito, según un análisis de AP en el que participó la empresa de verificación de datos DataGravity. Otras dos personas nombradas en los archivos dijeron a AP que fueron objeto de robo de identidad tras la filtración, entre ellos un diplomático estadounidense retirado que también tuvo que cambiar de teléfono tras un aluvión de mensajes amenazantes.
Los afectados se cuentan por cientos. Paul Dietrich, activista pro transparencia, dijo que una revisión parcial de los cables saudíes arrojó más de 500 archivos de pasaportes, identidad, académicos o de empleo.
De forma independiente, la AP halló que en los cables había tres docenas de registros relacionados con asuntos familiares, como mensajes sobre matrimonios, divorcios, hijos desaparecidos, fugas por enlaces y batallas por custodias. Muchos eran muy personales, como el certificado marital que revela si la novia era virgen. Otros mencionaban a saudíes con importantes deudas, entre ellos un hombre que decía que su esposa le había robado el dinero. Un documento de divorcio detalla la infertilidad del hombre. Otros identifican a las parejas de una mujer que padecía enfermedades de transmisión sexual incluyendo VIH y Hepatitis C.