Mauricio Zapata.-
En Tamaulipas, el 7.2 por ciento de la población es mayor de 55 años y el 90 por ciento de este sector poblacional es abuelo de dos o más personas, según estadísticas del Instituto de Estadística y Geografía (Inegi).
Este 28 de agosto se celebra en el país el Día del Abuelo y la entidad es la tercera en el país con mayor número de personas mayores de 55 años, es decir, Tamaulipas cuenta con cerca de 250 mil abuelitos
No obstante, es un sector que cada vez es más segregado y la vida productiva de ellos pasó de 75 años a 70, incluso menos, ya que sólo uno de cada cien cuenta con un trabajo estable
Y es que cuando se llega a la tercera edad muchas personas piensan que ya no hay nada más que hacer, o que su vida se terminó por el simple hecho de que ya no trabajan y, en ocasiones, sólo están en su casa como un mueble viejo, ya que los propios familiares los van aislando hasta que su opinión se deja de tomar en cuenta.
A esta problemática se suman las múltiples enfermedades que se adquieren a esta edad y el hecho de que su cuerpo no está tan activo como cuando eran jóvenes, por lo que sienten que sólo se han convertido en un estorbo para su familia.
El Día del Abuelo (28 de agosto) sirve para acercarse más a estas personas, que todavía tienen muchas historias que contar y muchos consejos que dar.
En el marco de la celebración de su día, muchos abuelitos pidieron que se les tome más en cuenta, ya que consideran que la tercera edad es el sector de la población más olvidado y, además, menos respetado que existe.
De acuerdo con especialistas, el olvido por parte de sus familiares comienza cuando los hijos crecen y dejan de platicar con los padres.
“Incluso eliminan la costumbre de darles un beso o un saludo cuando llegan a casa, debido a las múltiples ocupaciones que tienen durante el día, por las que difícilmente se acuerdan de sus padres, y este ejemplo más adelante es retomado por los nietos”, comentó el psicólogo César Carranza.
Y añadió: “De hecho hay abuelitas que aseguran que los nietos no tienen la culpa, porque sólo están siguiendo el ejemplo de sus padres”.
Como es el caso de Isabel García, orgullosa abuelita de dos niñas.
“Los nietos no tienen la culpa, porque realmente son los padres los que tienen que inculcar el amor; yo lo que les digo a los padres de los nietos es que recuerden que también nosotros somos seres humanos, que también sentimos”, comentó.
Las personas de la tercera edad argumentan con frecuencia que en muchas ocasiones se sienten como un mueble más en la casa, sin tener alguna opinión o muestra de afecto por parte de su familia.
Sin embargo, no todos los nietos son así, ya que a veces buscan a sus abuelitos para que les cuenten sus historias, porque lo que les sobra a estas personas es experiencia.
“A veces nos dicen que ya no debemos participar y meternos, pero a veces también nos piden consejos los nietos y debemos de dárselos por la experiencia que tenemos nosotros”, afirmó Josefina Correa.
Un grupo de abuelitos pidió, en entrevista, que la gente los tome más en cuenta, para que dejen de ser un grupo olvidado, porque todavía son seres humanos, aunque a veces no se les trate de esta forma.
Por otra parte, enfatizaron que hay que retomar los valores anteriores, porque en la actualidad estos se han perdido mucho, argumentando que los jóvenes ya no tienen respeto por nada ni por nadie.
“Ahorita no hay muchos valores que digamos, se han perdido mucho los valores y se debe a tanta publicidad que hay; por ejemplo, en el aspecto sexual hay mucha publicidad, que si los condones, que si hay que estar preparados, yo creo que ya todos esos valores se han perdido”, afirmó Isabel García.
En su caso, a pesar de sus 58 años de edad, es una abuelita que todavía trabaja, porque argumenta que la vida está muy cara y las necesidades siguen siendo muchas, por lo que considera que el trabajo es un factor que la aleja más de la convivencia con su familia.
“Hay muchísima gente mayor olvidada, yo creo en parte por la falta de valores, y también por nuestra forma de vivir; entre el tráfico, el trabajo, los requerimientos para poder estar en un trabajo, que cada vez tenemos que trabajar más y más, pues como que después ya no hay tiempo para vivir con la familia. Todos los viejitos necesitamos dinero para vivir”, indicó.
Su día, aunque no es muy conocido entre las personas como lo es el día de la madre o del padre, los abuelitos sienten una gran alegría por el hecho de saber que alguien se acuerda de ellos y ellas.
Pero hay otros motivos de felicidad para las abuelitas, por ejemplo, la llegada de un nuevo nieto a su hogar, con el que se pasan la mayoría de su tiempo jugando o cuidándolo, tal y como describió Estefanía.
“Yo me siento muy bien, porque apenas tengo un nieto que todavía no cumple el año y entonces soy nueva abuelita, y estoy muy contenta, nos divertimos muy bien los dos ahora que está chiquito”.
Y también está el caso de las bisabuelitas, como Carmen Jiménez, quien dijo estar muy contenta porque su familia es muy grande y aseguró que a ella no le hace falta cariño: “estoy muy contenta porque tengo 20 nietos y 15 bisnietos que me cuidan”.
Finalmente, Isabel comentó que hace falta mayor convivencia familiar, ya que sin esta no puede haber amor: “Falta precisamente que los hijos traten de convivir con los padres, para que los nietos los conozcan, porque si nunca los traen para convivir con ellos pues no puede haber amor, si no hay convivencia no puede haber amor”.