LOS ÁNGELES, E. U., agosto 30 (Agencias)
El historial de polémicas y presuntos delitos de Chris Brown ha sumado una muesca más. El cantante fue detenido la noche del martes por, supuestamente, amenazar a una mujer con una pistola en su casa. La Policía de Los Ángeles procedió al arresto después de registrar la casa del artista en Tarzana, una zona residencial del noroeste de Los Ángeles.
La presunta víctima de Brown es Baylee Curran, que de acuerdo al portal sensacionalista TMZ ya conocía al rapero de anteriores ocasiones tras haber coincidido en fiestas y tomando copas. La relación siempre fue cordial, pero en esta ocasión, el ex novio de Rihanna, condenado por la paliza que le propinó a la cantante en 2009, se puso violento.
Al parecer, el incidente sucedió en la residencia de Brown en Los Ángeles. Curran estaba con una amiga en el jacuzzi cuando se acercó a admirar una pieza de joyería propiedad de Brown que sostenía uno de los miembros del equipo del cantante. Fue entonces cuando el rapero de 27 años, aparentemente bajo la influencia de las drogas y el alcohol, sacó una pistola y comenzó a gritarle a su invitada. Le pidió que se fuera de su casa.
Brown ha asegurado en redes sociales que no pudo dormir bien y que se despertó con el sobresalto de los helicópteros de policía sobrevolando su casa de Tarzana, un barrio residencial al noroeste de Los Ángeles.
“No he dormido la mitad de la maldita noche y ahora me despierto con todo esto… helicópteros alrededor y la policía fuera de la verja de mi casa”, escribió, asegurando que es inocente y que lo único que pretende esta denuncia es dañar su reputación y su buen nombre. Mientras la policía cercaba su casa, el rapero no dejó de subir vídeos a Instagram, en los que anima a los agentes a cruzar la puerta.
“Buena suerte cuando consigáis la orden, o lo que sea que tengáis que hacer”, decía. “No me importa si os quedáis todos ahí haciendo como que soy el malo, o como que me estoy volviendo loco”.
Esa reputación, precisamente, le precede. En 2009 generó titulares en todo el mundo por golpear a Rihanna antes de la ceremonia de los Grammy, lo que supuso una sentencia de años en libertad condicional, horas de servicio comunitario y centros de rehabilitación para corregir su actitud violenta.