Isaí Fructuoso.-
Detrás de cada artesanía y obra de arte hay una mente maestra que planea y ejecuta con sus mejores técnicas la formación de un elemento que representa su imaginación y creatividad, tal es el caso de la María del Rosario Lugo Cruz, un orgullo tamaulipeco que desde pequeña estuvo interesada en la cultura y las artes y que en la actualidad elabora piezas a base de cuero bovino y que pone en alto las costumbres y tradiciones de la entidad.
María nació en Victoria, creció en un ambiente lleno de cultura, más adelante se fue a vivir a la ciudad de México, pues ella estaba decidida que lo que quería hacer era bailar, por lo que sus padres en un gesto de amor y solidario, decidieron apoyarla vendiendo la mayoría de sus pertenencias para que se fuera perseguir sus sueños.
Y en México estudió en la Academia de Danza Mexicana de Bellas Artes en la carrera de Folclor, al mismo tiempo estudió la Escuela Normal, y mas tarde obtuvo la Licenciatura en Educación Primaria en la Universidad Pedagógica Nacional, en donde recibió mención honorífica en su examen.
Tiene la especialidad en educación artística, por el Instituto de Mejoramiento Profesional, además de ser maestra de actividades culturales de la Conaculta, ha participado en todo lo que se refiere a la disciplina de la danza, pues incluso ha formado parte del jurado en rondas folclóricas.
Es aficionada a la historia y en un tiempo participó en la elaboración de un álbum didáctico de historia de Victoria; hizo un guión literario para un documental bibliográfico que se llamó Los olives, una historia olvidada, en donde el director, editor y camarógrafo fue su hijo Rodrigo Verazaluce Lugo. Y en el 2011 también participó en el documental que se llama Donde comienza Tamaulipas, Tula a través de sus muros, ahí el director fue su otro hijo David Verazalue Lugo.
Produjo el diseño sonoro de “Así cantan nuestros niños en Tamaulipas”, en donde se deriva ese material con voces infantiles de la Escuela Primaria Ford 74, y fue una recopilación que ella hizo de cantos tradicionales infantiles los cuales escuchaba de niña.
Actualmente funge como miembro de artesanías en “Girasol, Arte + Tradición” con el que llevan ya más de 30 años trabajando, con la que ha aprendido una gran ola técnica de una cultura que le dejaron sus padres.
Un taller en donde elaboran sus artesanías, fue un patrimonio que heredó de sus padres y que se ha ido trabajando por generaciones, su compromiso es continuarlo con dedicación y seguir cerca de la identidad del Estado.
“Nosotros recibimos este taller al nacer, porque esa herencia fue amor al trabajo al compromiso de mis padres, es por eso que nuestros hijos y bisnietos siguen con esta tradición, así también como mi madre que actualmente tiene 93 años y aun sigue con nuestro legado”, expresó María del Rosario.
Sus reconocimientos han sido innumerables, el último se lo otorgaron al pasado fin de semana en el Festival Arriba Tamaulipas, donde destacaron trayectoria y aportaciones al arte y la cultura, las cuales han contribuido a engrandecer al estado.