diciembre 14, 2024
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septiembre 3, 2016 | 190 vistas

Fabiola Escobedo.-

El séptimo arte en su máximo esplendor regocijó a los cientos de cinéfilos de la Ciudad con la proyección de dos filmes, orgullosamente tamaulipeco, en la sala de la Cineteca del Centro Cultural Tamaulipas (CCT), donde los productores Rodrigo Verazaluce y Toño Rotuno platicaron con el público sobre su mayor pasión: el cine.

A continuación narraré la experiencia que tuve como cinéfila y admiradora del trabajo de estos grandes talentosos artistas.

 

El Águila

Una película con la que podríamos creer que el tema no salió de una dimensión desconocida, con personajes que podríamos creer comunes, situaciones con características de estilo de vida difíciles de explicar. El jefe se llama “violencia” y quien lo obedece quiere escapar.

Queda claro que nadie quiere una vida con violencia, es por eso que este personaje quiere ya no ser presa de su destino cuando conoce el amor deseando para ambos una vida lejos de ese conflicto propicio de decisiones desbocadas.

Se puede apreciar la propuesta cinematográfica, al hablar sobre la vida de un hombre que busca desesperadamente no seguir rondando en sus propias decisiones fatídicas, las mismas que lo van incitando a buscar una salida en medio del laberinto personal, volcándose en un suspiro ácido ejerciendo el poder del uso de un arma.

Los set de grabación junto a la fotografía son adecuados para plasmar desde la clase social del personaje como el descontrol emocional al que te lleva el estar rodeado de los autores intelectuales del terror. De igual manera en ellas se logra apreciar el dulzor que causa el ser libre.

En la película si se marcan en estética, en actuación incluso en el texto cosas respecto a lo violento que puede llegar a ser el ser humano, pero lo que proponen es un análisis sobrio y directo, incluso dejan plasmado en todo ello lo desafiante que puede llegar a ser el darse cuenta que alguien al nuestro alrededor puede tener una vida como la del “Águila”.

También se aprecia en las escenas como los actores dedicaron tiempo en la caracterización, o en alguna que otra técnica con la utilería esforzándose en prepararse para el papel a desempeñar.

Todo el equipo de trabajo insistiendo en la calidad durante tres días para plasmar un enfoque diferente de lo que es una vida llena de violencia y muerte, transformándola en  esperanza y vida.

 

ÚLTIMA CONQUISTA

La película que tiene un juego con la edición y el sonido, es una especie de thriller con elementos experimentales, su duración es de tan solo 7’30» minutos.

Se grabó a principios de año en una pausa del rodaje de un largometraje que Toño Rotuno estuvo grabando en Querétaro, la planeó en diciembre y se grabó en dos días. Luego tuvo que irse de nuevo a Querétaro y la post-producción se terminó hasta abril por parte de Juan Carlos López Rodríguez.

La protagonizan la actriz Claudia Arcelia Frausto y el actor Marcos Beas, pero también actúa Larisa López, y se cuenta con la participación de extras en la primer escena.

La fotografía en el corto la hizo Sebastián Chirinos, que también ayudó a crear un “prop”, y el resto del equipo fueron: Fernando García, Luis Sánchez, Ali Morante, Nerina Zamorano. Y en la música se escuchan fragmentos de Jacinto Efrén.

El director comentó: “Se grabó en tres locaciones aquí en Victoria, en el restaurante ‘Morena Mía’, en casa de Medardo Treviño (nos dio chance Medardo hijo de El Bravo Films), y en un hotel u hostal que no recuerdo el nombre, por el centro de la ciudad”.

 

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